Este blog es un esfuerzo por contribuir en la difusión de información, artículos de opinión y demás géneros periodísticos que muchas veces no se muestran en los medios de comunicación oficiales. El nombre La Acción Escrita es tomado de un libro de Genaro Carnero checa acerca del periodsimo de José Carlos Mariátegui.

viernes, 28 de febrero de 2014

Miguel Castilla: EL PODER DELANTE DE LA SOMBRA

Por: Henry Córdova Bran 

Tras la renuncia de César Villanueva a su cargo de Primer Ministro de Estado, queda claro que el Ministro de Economía, Miguel Castilla, sabía lo que hacía cuando salió a declarar públicamente que un aumento del salario mínimo no era parte de la agenda gubernamental, dejando sin piso a Villanueva. No era, pues, una simple declaración. Era una demostración pública de su poder.

En un artículo que escribí con ocasión del primer año del actual gobierno, afirmaba que el primer error del presidente Humala había sido el nombramiento de Miguel Castilla al frente del MEF. Castilla, que es un economista convencido del neoliberalismo más duro, contrasta con el proyecto político que llevó a Humala a ganar las elecciones del 2011. De tal manera que era previsible que cualquier intento de acción, política pública o reforma que se intentara realizar en la línea de la Gran Transformación sería resistida por el titular del MEF.

En efecto, a lo largo de los casi tres años de gobierno iniciativas planteadas por Humala como la compra de REPSOL, la modernización de la Refinería de Talara, el proyecto del polo petroquímico del sur, entre otros, han sido bloqueados o retrasados por el MEF. Si hacemos ejercicio de memoria, en cada una de estas acciones propuestas por Humala, Castilla encendió las alarmas y de inmediato se activaron los operadores de la CONFIEP, la Sociedad Nacional de Industrias y de los grandes medios de comunicación. Todos ellos, se sabe, hablan el mismo idioma y han conseguido, además, que la primera dama se sume a su coro colectivo. Si Castilla se siente tan poderoso es porque sabe que cuenta con el respaldo del poder económico, de los grandes medios y de la esposa misma del presidente. Humala nunca tuvo la fuerza personal ni política para sobreponerse a su empoderado Ministro de Economía.

La crisis del gabinete Villanueva

César Villanueva fue el cuarto Premier del gobierno de Humala. De él se podría decir que se fue sin haber llegado nunca. Hay quienes dicen que su renuncia fue un acto de dignidad frente al atropello y maltrato público que le hicieron sentir la primera dama y el titular del MEF. Pero su renuncia era en realidad el único camino posible a seguir. La dignidad como Premier y sobre todo el respeto al interior del gabinete ya los había perdido, si es que los tuvo alguna vez. Y es que nunca pudo poner en práctica una agenda propia y nunca contó con un equipo de Ministros que lo acompañen en esa agenda. Villanueva vino precedido de su éxito al frente del Gobierno Regional de San Martín. Una de sus banderas era reimpulsar la descentralización; sin embargo, se chocó con la misma pared con la que Humala ya se había chocado antes. A Castilla le interesa la descentralización tanto como pueda interesarle la condición salarial de la clase trabajadora, es decir poco o nada.

Precisamente el tema salarial fue lo que precipitó la salida de Villanueva. En primer lugar, como ha referido el periodista Ricardo Uceda en un informe sobre “los últimos días de Villanueva” al parecer el Premier fue sorprendido con el tema del aumento de sueldos para los Ministros de Estado, ya que su posición era que el aumento debería darse sólo si se compensaba también a otros sectores de la sociedad como policías, médicos y maestros. Como sabemos, la propuesta que primó fue la del aumento para los altos funcionarios, que era la propuesta de Castilla. En ese entonces Villanueva ya manejaba su renuncia consciente de su escaso poder en el gabinete en relación con el poder que ostenta Castilla.

La gota que derramó el vaso fue el tema del aumento del salario mínimo. Villanueva, que había afirmado que este aumento se estaba discutiendo en el ejecutivo y con el Ministro de Economía, fue desmentido públicamente por la primera dama, Nadine Heredia, primero y por el titular del MEF el domingo último. Lo mejor de la gestión de Villanueva vino al final al no doblegarse ante Castilla y defender la necesidad de discutir el aumento del salario mínimo, que es, por lo demás, un compromiso asumido por el gobierno y que según economistas ajenos a la influencia de Castilla y de la CONFIEP, es perfectamente viable. Es recomendable, por ejemplo, el artículo que Humberto Campodónico publicó al respecto. 

En el medio de esta crisis resalta que no hayamos mencionado lo que el presidente Humala dijo al respecto. Y es que sencillamente dijo poco o nada y más bien puso distancia –estaba de gira en el oriente próximo- y guardó silencio después. No defendió a su Primer Ministro ni desautorizó a la primera dama –por seguir opinando sobre asuntos gubernamentales- ni mucho menos desautorizó al Ministro Castilla por su actitud bastante insolente de exponer públicamente la autoridad del Primer Ministro. Humala sencillamente guardó silencio, aceptó la renuncia de Villanueva, juramentó a su quinto gabinete –con Castilla ratificado y más empoderado que nunca- y sonrió para la foto.

Institucionalidad quebrada

En este Perú, donde a nuestra clase política, los grandes medios de comunicación, la CONFIEP y compañía les encantan dar lecciones de democracia y de respeto a las instituciones, se ha quebrado la institucionalidad del gabinete ministerial. Ante la renuncia de Villanueva después de tamaño maltrato recibido la pregunta era ¿Quién va a ser lo suficientemente valiente o ingenuo para aceptar el cargo de Primer Ministro? La única posibilidad era que sea alguien de la casa. Tras barajarse el nombre del ex presidente del Congreso, Víctor Isla, finalmente se decidió por el hasta entonces Ministro de Vivienda René Cornejo.


René Cornejo estuvo a cargo del Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento desde el primer día del gobierno de Ollanta Humala, al igual que Castilla a cargo del MEF. El hecho de haberse mantenido durante todo este tiempo responde a su cercana amistad con la pareja presidencial y a que no difiere en lo fundamental con el pensamiento de Castilla. El poder de Castilla ya no sólo alcanza a los Ministros que le son cercanos, ahora alcanza también al mismísimo Primer Ministro. Humala ha perdido –si es que aún pensaba en tenerla- toda posibilidad de maniobra política que contrapese el poder de Castilla. El hombre fuerte del MEF, qué duda cabe, se ha erigido ahora públicamente como el poder delante de la sombra. De esa sombra que alguna vez fue Ollanta Humala y su proyecto (promesa) de la Gran Transformación. 

jueves, 20 de febrero de 2014

FACTORES QUE EXPLICAN LA CRISIS EN VENEZUELA

Por: Henry Córdova Bran

Desde el 12 de febrero han vuelto a sonar las alarmas en Venezuela. Los hechos –los reales y los que han sido groseramente manipulados- de los que hemos sido testigos nos plantean la pregunta ¿Qué pasa en Venezuela? En política, los hechos no se pueden juzgar en sí mismos si no se tiene en cuenta el contexto y el proceso histórico en el que ocurren. Aquí algunos apuntes.

“la primera víctima en toda guerra es la verdad” afirma Raúl Sohr en la introducción de su libro “Claves para entender la guerra”. Y lo que ocurre en Venezuela desde hace 15 años es una especie de guerra fría entre el chavismo o los defensores de la llamada revolución bolivariana iniciada por Hugo Chávez, frente a la derecha venezolana que ha buscado desde el inicio de esa revolución retomar el poder y restituir el sistema que dirigían antes de la elección de Chávez en 1998. Es imprescindible partir de esta cuestión porque los sucesos del 12 de febrero y los posteriores no son aislados, son parte de este proceso.

La segunda cuestión que hay que tener en cuenta es que el proceso de la revolución bolivariana tampoco es un hecho aislado que se reduce sólo a Venezuela. Responde a un proceso histórico, político y económico que trasciende las fronteras venezolanas y se proyecta a la toda la región de América Latina y el Caribe (prueba de ello es la reciente cumbre de la CELAC de la que hablamos en un artículo anterior). Este proceso histórico ha cambiado en las últimas dos décadas el mapa geopolítico de la Región, antes dominada y dirigida por EEUU y que ahora busca la integración con un carácter progresista y antiimperialista.

Veamos ahora qué factores explican esta nueva sensación de crisis venezolana.

Factor político

Desde que Hugo Chávez ganó su primera elección en 1998, la política en Venezuela cambió. A partir de allí el gobierno de carácter popular dirigió sus políticas hacia los sectores más pobres de la sociedad venezolana y a la clase trabajadora y disminuyó los beneficios de la alta burguesía nacional y extranjera, afirmando que la revolución bolivariana apuntaba hacia el socialismo. Desde entonces el chavismo, con Chávez en vida la mayoría de veces, ha ganado 18 de las 19 elecciones que se han celebrado en Venezuela entre presidenciales, parlamentarias y municipales.

Tras la muerte de Hugo Chávez en marzo del 2013. Nicolás Maduro ganó, con estrecho margen, las elecciones de abril del 2013, lo que condujo a que el candidato de la oposición Henrique Capriles desconociera los resultados y precipitara a las calles a sus seguidores en revueltas que tuvieron 11 muertos como resultado. Esto hizo pensar que el chavismo se debilitaba sin Chávez y que el gobierno de Maduro sería el fin del chavismo político. Para ello, la derecha venezolana hizo el cálculo de que en las elecciones municipales de diciembre del 2013 la oposición daría un duro golpe al oficialismo en medio de la crisis económica y el desabastecimiento de los principales productos por los que atraviesa el país. La mesa estaba servida.

Sin embargo, el cálculo fue errado. La mayoría de venezolanos respaldaron a los candidatos oficialistas y el chavismo y Maduro salieron fortalecidos de las elecciones municipales del 8 de diciembre último. De las 335 alcaldías del país, 253 fueron ganadas por candidatos del chavismo, lo que representa el 75,5%, mientras que la oposición obtuvo 78 alcaldías, que representa el 23,3%. Tras salir fortalecido de estas elecciones Maduro convocó al diálogo entre el ejecutivo y los alcaldes y gobernadores incluyendo a los que pertenecen a la oposición. La primera reunión fue en diciembre y la segunda en enero y en esta el mismo Henrique Capriles asistió y estrechó la mano de Maduro reconociendo la legitimidad del gobierno. Es curioso que la mayor parte de la prensa internacional haya obviado referirse a estos últimos puntos.

¿Cómo se explica entonces que tras las elecciones de diciembre y el diálogo promovido por el gobierno se desencadene en febrero una crisis política al punto de que se haya pedido desde un sector de la ultra derecha venezolana la salida de Maduro? la explicación parece recaer más en el juego geopolítico internacional que en la agenda interna de Venezuela. Y es que tras la cumbre de la CELAC realizada nada menos que en la Habana-Cuba, en la que los 33 estados presentes de América Latina y el Caribe declararon a esta región como zona de paz y libre de colonialismos, la respuesta de EEUU y de la derecha latinoamericana parece ser promover la desestabilización de la democracia en Venezuela, cosa que no es rara ni es raro pensarlo, basta con recordar como promovieron el golpe en Chile en 1973 y ahora último en Honduras y en Paraguay y los intentos de golpe y desestabilización contra la misma Venezuela en el 2002, Bolivia en el 2008 y Ecuador en el 2010. No es de extrañar que el senador y ex candidato a la presidencia de EEUU John McCain haya afirmado que “EEUU debe enviar tropas de inmediato a Venezuela porque debemos garantizar nuestro flujo petrolero” además, afirmó que “debe convencerse a países aliados como Colombia, Perú y Chile para que una fuerza militar esté preparada en términos operativos para impedir que Maduro destruya los intereses de EEUU que están en juego en la región hemisférica”. Más claro no pudo ser McCain.

Factor Económico

La economía en Venezuela también ha cambiado en los últimos 15 años. De tener una política económica altamente neoliberal, escenario ideal para las privatizaciones y los grandes negocios de multinacionales y de la burguesía nacional y extranjera, pasó a ser una economía cada vez más regulada y controlada por el Estado, especialmente en lo que concierne a su principal fuente de riqueza: el petróleo. Sin embargo, pese a que el discurso político del chavismo promueve el socialismo, la economía del país llanero no es socialista. Un proceso revolucionario como es el proceso bolivariano no cambia un estado de cosas de la noche a la mañana, ni en 10 o 15 años.

Precisamente por ser un proceso de cambio está expuesto a avances y retrocesos por la naturaleza misma de las luchas internas que se desatan entre el viejo sistema y el nuevo que quiere ser aplicado. En este entrampamiento Venezuela vive un momento difícil en su economía marcada por una alta inflación (56%) el encarecimiento de los precios y el desabastecimiento de algunos productos de primera necesidad, lo que genera un ambiente de crisis. El gobierno ha acusado al empresariado de ser dirigido por el capitalismo internacional para boicotear la economía nacional. En Venezuela sectores de la izquierda marxista afirman que “Venezuela es una economía capitalista. Una economía capitalista salvaje, con una lucha de clases bien clara”. Parte de la crisis económica se explica en la exorbitante fuga de capitales venezolanos al extranjero que según el economista Manuel Sutherland ha superado a la de todo el período de 1970-2000. Sin duda el gobierno tiene en el tema económico su tarea más dura y más dura aún cuando tiene en frente continuos intentos de desestabilización. Por otro lado el hecho de que Venezuela sea el país con las mayor cantidad de reservas petroleras y gasíferas en el mundo, la hace una nación que despierte el interés de dominio de las potencias mundiales, especialmente de EEUU.

Factor Mediático

Volviendo a Raúl Sohr y su libro ya citado, el sociólogo y periodista chileno afirma que “en tiempos de guerra una elaborada maquinaria de propaganda opera en contra del lector inadvertido. Cada Estado y cada facción interesada trabaja para defender sus intereses con muy pocas restricciones éticas” de esto ha habido mucho alrededor del tema venezolano. En el espectro mediático se ha librado una dura batalla entre los grandes medios de comunicación en Venezuela y a nivel internacional que son contrarios al chavismo y medios alternativos a los que accede una minoría que apoyan el proceso bolivariano. Los grandes medios han buscado imponer la idea básica que Venezuela vive una dictadura represora y una crisis alarmante con la finalidad de lograr un respaldo a los líderes visibles de la facción dura de la derecha venezolana representados por Leopoldo López.


Lo sucedido en Venezuela es un capítulo más de una larga historia que no terminará aquí. En el tablero de la geopolítica internacional las fichas se mueven día tras día y cada quien apunta a ganar con todas las armas que tenga a disposición. ¿Y en el Perú, en qué lado estamos jugando?

LA IMPORTANCIA GEOPOLÍTICA DE LA CELAC

Por: Henry Córdova Bran

“Hacer del siglo XXI el siglo de América Latina y el Caribe” fue la consigna bajo la cual se fue construyendo, paso a paso, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños – CELAC. Tras la última cumbre de esta comunidad realizada en La Habana, el 28 y 29 de enero, la integración se hace cada vez más trascendental y su posicionamiento geopolítico más importante.

Es poco posible referirse a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños sin pensar en la historia de nuestra América. Porque es la larga historia de búsqueda de una real independencia la que ha conducido, más de 200 años después, a la formación de la CELAC y a su ya indiscutible posicionamiento en la Comunidad Internacional.

Todavía se puede recordar al presidente Hugo Chávez aquel 02 de diciembre del 2011 en Caracas, frente a los 33 Estados latinoamericanos y caribeños, representados en su gran mayoría por sus jefes de Estado, en el discurso que enarbolaba los motivos por los cuales era necesario e histórico ese momento. En aquella oportunidad Chávez nos hizo recordar las palabras de Bolívar en 1811 frente a la Sociedad Patriótica “pongamos sin temor la piedra fundamental de la libertad sudamericana, vacilar es perdernos” con esas mismas palabras el entonces presidente venezolano llamaba a los 33 países a dar el paso fundamental de formar una comunidad de naciones íntegramente latinoamericana y caribeña, sin la presencia de EE.UU y Canadá. Y así lo hicieron.

¿Por qué es importante la CELAC?

Porque constituye un esfuerzo real de integración constituido exclusivamente por Estados latinoamericanos y caribeños, con raíces históricas, culturales y aspiraciones comunes. Porque se reconoce como una comunidad entre iguales y que se diferencia drásticamente de la Organización de Estados Americanos (OEA) precisamente por esto, ya que al no ser parte de ella EE.UU ni Canadá, no responde a los intereses imperialistas que en más de una ocasión ha mostrado principalmente EE.UU.

En el mundo actual es necesario la formación de esta comunidad como un mecanismo de integración para hacer frente a las constantes crisis económicas, políticas, ambientales y militares que se vienen presentando en el mundo especialmente en las últimas dos décadas.

En la recientemente finalizada II Cumbre de la CELAC, realizada en La Habana, el presidente de Cuba, Raúl Castro, afirmó que “debemos establecer un nuevo paradigma de cooperación regional e internacional. En el marco de la CELAC tenemos la posibilidad de constituir un modelo propio adaptado a nuestras realidades, basado en los principios del beneficio común y la solidaridad” y es que algo distingue la CELAC de otras comunidades de integración, su espíritu latinoamericano y caribeño que hace tan próximos a los países, dónde incluso el protocolo cuadriculado que se usa en otras latitudes da paso a la espontaneidad del alma latinoamericana y caribeña.

Geopolíticamente la constitución de la CELAC les otorga a sus Estados miembros la posibilidad de instalarse en la Comunidad Internacional con la fuerza que no podrían alcanzar de manera individual o como bloques subregionales. Basta con anotar algunas de las ventajas geopolíticas con las que cuenta el espacio que cubren los países miembros de la CELAC: tiene un mercado de 550 millones de personas, es una de las regiones más importantes en la producción y exportación de materias primas; sólo Venezuela cuenta con las mayores reservas de petróleo en el mundo y como región concentra en su subsuelo las segundas mayores reservas de petróleo y una de las más grandes reservas de gas natural; asimismo, cuenta con la mayor riqueza de biodiversidad en el mundo; aproximadamente la mitad de su superficie, casi 20,5 millones de Km2 corresponde a bosques y selvas; tiene el 30% de las fuentes de agua dulce y su ubicación estratégica le da salidas a los mares del pacífico y el Atlántico. Todas estas características hacen de esta región, de manera conjunta, una de las más importantes del globo, y por lo tanto una de las que despierta mayores codicias para los grandes bloques y potencias que manejan los hilos de la política y la economía global. De allí que no es descabellada la frase de “hacer del siglo XXI el siglo de América Latina y el Caribe”.

Pero Raúl Castro también ha mencionado los grandes retos a los que se enfrenta la región. En efecto, y citando cifras oficiales de la CEPAL, América Latina y el Caribe alcanzaron en el año 2012 un 28,2% de tasa de pobreza, lo que constituye casi 164 millones de personas; 11,3% de pobreza extrema, equivalente a 66 millones de habitantes; y una preocupante tasa de pobreza infantil que afecta a 70,5 millones de niños, niñas y adolescentes, de los cuales, 23,3 millones sufren un estado de pobreza extrema. La desigualdad que sigue castigando a América Latina y al Caribe se ve reflejada en el hecho de que el 10% más rico de la población latinoamericana recibe el 32% de los ingresos totales, mientras que el 40% más pobre recibe solo el 15%. El presidente cubano afirmó en su discurso que “los pueblos de América Latina y el Caribe demandan y requieren una mejor distribución de las riquezas y los ingresos, el acceso universal y gratuito a una educación de calidad, el pleno empleo, mejores salarios, la erradicación del analfabetismo, el establecimiento de una verdadera seguridad alimentaria, sistemas de salud para la totalidad de su población, derecho a una vivienda digna, al agua potable y al saneamiento” Tales son los retos que se tienen por delante.

Así las cosas, la CELAC busca olvidar el pasado en el que se le consideraba a esta región como el “patio trasero” de los EEUU o cómo satélites de potencias imperialistas que desde siglos atrás han ejercido su influencia política, económica y militar, el hecho de que la Cumbre se haya realizado en La Habana constituye simbólicamente el rechazo al imperialismo en todas sus formas. La presencia del Secretario General de la ONU, Ban Ki Moon, que resaltó los logros del sistema de salud cubano y la ayuda solidaria que brindan los médicos cubanos en muchas partes del mundo, es igualmente un hecho histórico. En la II Cumbre de la CELAC también se ha dicho que América Latina y el Caribe es un espacio de paz y además libre de colonialismos, rechazando toda intervención extranjera en sus territorios. A pesar de las diferencias que existen entre sus estados miembros, la CELAC parece encaminada hacia el posicionamiento de América Latina y el Caribe en la escena internacional con dignidad y la fortaleza que sólo la integración es capaz de conseguir.


Como decía un viejo estribillo que más de uno recordará “alerta, alerta, alerta que camina, la espada de Bolivar por América Latina”.

lunes, 3 de febrero de 2014

¿De verdad ganamos en La Haya…? ¿…O ES LA HISTORIA DE SIEMPRE?

Por: Henry Córdova Bran 
Desde la lectura del fallo de la Haya el pasado 27 de enero han pasado ya algunas lunas y mucho se ha dicho de un lado y de otro. En el Perú la resolución dada por los Magistrados de la Haya ha sido catalogado como “triunfo histórico” y hasta se ha pedido dar vuelta a la página y pensar en un futuro común. ¿De verdad ganamos en La Haya, o es un capítulo más de nuestra historia en la que tenemos que corroborar nuestro débil peso como país en la escena internacional?

La casi totalidad de la clase política peruana ha calificado la sentencia dada por los magistrados de La Haya como un triunfo para el Perú al incrementar 50mil Km2 de espacio marítimo a nuestro mar. Y esta ha sido la conclusión asumida en el país. Si es así, ¿estamos realmente frente a un triunfo como para celebrar?

Vayamos por partes. Los titulares del día martes 28 hicieron eco del triunfalismo peruano en su interpretación del fallo de La Haya y en su mayoría repitieron el argumento de que el Perú había ganado, tras el fallo judicial internacional, 50mil Km2 de espacio marítimo que antes estaban bajo dominio chileno. Bajo esta interpretación es imposible no sentirse ganador. Haciendo un acercamiento a los titulares de los principales diarios resulta interesante detenerse en el del diario La República que no utilizó la palabra “ganamos” sino que más bien utilizó el término “recuperamos”, es así que el titular decía “Recuperamos 50 mil Km2 del mar de Grau”. Es importante hacer notar esta salvedad porque de eso se trataba la demanda interpuesta por el Perú a Chile ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya, de recuperar espacio marítimo que, bajo la tesis peruana, era ocupada por el país sureño y que afectaba lo que por derecho le correspondía al Perú.

Y no se puede hablar de un derecho a medias o un derecho recortado. El presidente Humala ha dicho que el fallo ha reconocido la demanda peruana en un 70%, lo que se traduce en otras palabras es que lo que se obtuvo en La Haya es un derecho recortado. Y para nuestro país, como casi siempre nos ha ocurrido en nuestra mutilada historia republicana, el derecho se ha recortado por el lado más sensible. Como bien lo ha resumido el periodista Raúl Wiener en su columna del martes 28 “el derecho, una vez más, ha evidenciado que no es equivalente a la justicia” en la medida que el fallo no reconoció toda la demanda peruana para recuperar espacio marítimo que por derecho le pertenecía.

Errores Históricos

Para entender porqué el fallo de La Haya no reconoció el conjunto de la tesis peruana para fijar la delimitación marítima, es necesario remontarse a la historia, esa historia que en el Perú estamos tan acostumbrados a encerrar en enormes anaqueles de oscuros sótanos, para no verla, para no recordarla, para no vernos reflejados en ella. La historia de nuestra clase política dirigente, esa que González Prada atacó enérgicamente, está llena de una actitud entreguista y dócil. Es necesario recordar, tal como se narra en el libro Historia de la Corrupción en el Perú, que incluso en 1881 cuando el presidente provisional del Perú bajo la ocupación chilena, Francisco García Calderón, pugnaba por defender con dignidad e inteligencia los intereses peruanos al “usar su precaria posición para desarrollar una estrategia inteligente de rechazo  a las concesiones territoriales a Chile, unir a los jefes políticos peruanos y ganar el respaldo diplomático de los Estados Unidos” éste esfuerzo no prosperó. Lo que sí ocurrió fue la firma del Tratado de Paz de Ancón de 1883, durante el gobierno del general Miguel Iglesias, impuesto por el propio Chile para salvaguarda de sus intereses. El mismo libro citado afirma que “El Tratado de Ancón habría significado el suicidio político de cualquier líder que hubiese aceptado firmarlo. El movimiento de Iglesias, asistido por los seguidores de Piérola, fue un chivo expiatorio conveniente que rubricó la pérdida de las provincias de Iquique y Tarapacá, así como el cautiverio temporal de Tacna y Arica”.   

Ya en el siglo XX la sorprendente docilidad de la clase política peruana para afrontar los temas limítrofes –y no sólo con el vecino del sur- continuaron reflejándose. La debilidad para implementar el tratado de 1929, que ahora la defensa peruana usaba para sustentar su tesis, y la posterior y continua permisividad de los gobernantes peruanos hacia Chile para que ejerza una soberanía práctica sobre el territorio marítimo que luego se puso en disputa en La Haya, dieron argumentos a Chile para reclamar como realmente suyo el mar que paulatinamente fueron ocupando a lo largo de casi 50 años. Pese a que esta era una zona sin delimitar, según la tesis peruana, también es cierto que el Perú no hizo mucho a lo largo de estas décadas para evitar que Chile se sienta dueño de este espacio marítimo.

Así la firmeza con que el equipo peruano planteó los argumentos de su tesis se veía contrastada con su propia historia de debilidad y permisividad. Para decirlo en un lenguaje futbolístico que tan bien entendemos, nos habíamos hecho algunos autogoles antes de iniciar el partido.

Vasos Medios Llenos y Medios Vacíos

La lectura del fallo de La Haya dejó en claro, contrariamente a lo que se pensaba en los días previos, que la sentencia no fue un “todo y nada” no hubo un ganador absoluto ni un perdedor absoluto. Las reacciones posteriores en ambos países han procurado hacer notar a sus respectivos pueblos que la sentencia les ha sido favorable.  En el Perú el presidente Humala afirmó que la sentencia de la Haya ha reconocido el 70% de la demanda peruana y que se ha anexado 50mil Km2 de mar a nuestra soberanía. Esta lectura de la sentencia ha sido respaldada y difundida.

Por el lado chileno, pese a que el presidente Sebastián Piñera consideró como “una lamentable pérdida para Chile” que la sentencia establezca a favor de Perú una cesión de la zona económica exclusiva comprendida entre las 80 y las 200 millas, también se ha afirmado que el fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya “ha confirmado en lo sustancial los argumentos de la posición chilena”. Piñera afirmó que “el fallo confirma que Chile mantiene la casi totalidad de sus derechos de pesca y totalmente los de nuestros pescadores artesanales. Esto sin duda nos alegra”.  El agente chileno ante La Haya, Van Claveren, afirmó que “nuestro mar, el mar territorial de Arica quedó plenamente resguardado, toda el área pesquera, el área donde Chile tiene historia pesquera, pescadores artesanales, pescadores industriales, ha quedado también resguardado el frente marítimo de Arica e Iquique”. Asimismo, algunos de los principales medios de comunicación chilenos titularon en sus respectivas ediciones frases como: “Corte ratifica límites de Chile pero reduce su zona económica exclusiva”. Para Chile es un triunfo que el fallo de la Corte haya definido como punto de inicio para la frontera marítima el paralelo que cruza el Hito N° 1 y no el Punto de la Concordia como había demandado el Perú. Este es uno de los aspectos más importantes para Chile al punto que llegaron a afirmar que esta manera de interpretar el fallo extiende su dominio en el triángulo terrestre. Ésta es su manera de ver el vaso medio lleno. Para el Perú en cambio esta es la otra cara de la moneda. Es el vaso medio vacío, porque al fallar así la Corte ha significado para el Perú la imposibilidad de recuperar una parte del mar importantísima por su inmensa riqueza ictiológica y lo que es más lamentable, deja a los pescadores de Tacna sin su derecho a contar con el mar que les tendría que pertenecer por derecho y por justicia. Por este hecho, los pescadores en Tacna han afirmado que “en verdad hemos perdido y por goleada”.


Lo cierto es que la sentencia ha sido definitiva y ambas partes tendrán que acatarla, guste del todo o no. Ya no vale llorar sobre la leche derramada de lo que pudo recuperarse y no se logró. Pero también es cierto que como hecho histórico el Perú ha recuperado por la vía del Derecho Internacional parte de lo que nos quitado por la vía de la fuerza y que más allá de las rimbombantes celebraciones, debe servirnos para no olvidar lo que es nuestra historia en su conjunto para no repetir viejos errores que de cara al Bicentenario siguen pesando en nuestra conciencia nacional.