Este blog es un esfuerzo por contribuir en la difusión de información, artículos de opinión y demás géneros periodísticos que muchas veces no se muestran en los medios de comunicación oficiales. El nombre La Acción Escrita es tomado de un libro de Genaro Carnero checa acerca del periodsimo de José Carlos Mariátegui.

viernes, 19 de septiembre de 2014

La renuncia de Luis Miguel Castilla CUANDO UN CAMBIO NO CAMBIA CASI NADA

Por. Henry Córdova Bran

Luis Miguel Castilla fue el Ministro que la CONFIEP impuso al ganador de las últimas elecciones presidenciales para que se ponga al frente del MEF. Su poder al interior del ejecutivo se evidenció en más de una ocasión al punto de ser el único Ministro que se mantuvo desde el primer gabinete hasta ahora. Más de tres años después, Castilla renunció aduciendo “motivos personales”. ¿Cambia en algo el gobierno tras la salida del poderoso hombre del MEF?

Quizás algún día sepamos que pasó realmente en el lapso de tiempo entre que Humala ganó la segunda vuelta y el día que armó su primer gabinete con el que asumió el mandato. De todo ese gabinete lo que más llamó la atención fue la inclusión de Castilla para dirigir el MEF, lo cual suponía la continuidad de la política económica que se aplicaba desde la época de Fujimori. Castilla había sido Viceministro de Alan García y su participación en el Gabinete del presidente que había prometido en campaña La Gran Transformación, primero, y una hoja de ruta, después, no caía bien entre quienes, desde el principio, apoyaron la candidatura de Humala.

A partir de allí hasta el último Domingo 14 de setiembre del 2014 Castilla se mantuvo en el Ejecutivo acaparando cada vez más poder, llegando incluso a ponerse por encima de la autoridad de un Premier como Villanueva al que desautorizó con la colaboración de la Primera Dama Nadine Heredia. Castilla cumplió el rol que la CONFIEP le confió, mantener a raya a Humala cada vez que el temido color rojo de su polo de campaña asomaba. Es emblemático el momento en que Humala hablaba de temas como la posible compra de REPSOL o se ponía en agenda el aumento del sueldo mínimo, era Castilla quien rápidamente salía a declarar y poner paños fríos entre el sector de la derecha que veía con malos ojos estas propuestas.

Fue por razones como éstas que los sectores populares veían en Castilla el blanco de sus reclamos y pedían su salida como una de las principales demandas. Los gremios de trabajadores, organizaciones sociales, pueblos indígenas, movimientos políticos de izquierda veían en Castilla el símbolo del viraje contundente de Humala una vez conseguido el gobierno. Castilla, sin embargo no sólo se mantuvo firme durante cada derrumbe de los gabinetes que ha tenido el gobierno, sino que iba ganando más poder, llegando incluso a poner a uno de sus Ministros favoritos en el Premierato.

El aparente adiós de Castilla

Fue precisamente con el Premier favorito que haya tenido Castilla, René Cornejo (no es raro decirlo de esta manera, teniendo en cuenta que era Castilla quien realmente controlaba el Gabinete) que se inició el proceso de alejamiento de Castilla del gobierno. La manera grotesca en que Cornejo salió en medio de denuncias de Lobbies al interior del ejecutivo y al más alto nivel, llegó a remecer el propio bastión del MEF. Los correos filtrados que se hicieron públicos en las últimas semanas dieron cuenta del nivel de influencia de la empresa privada en las decisiones del ejecutivo. La llamada “ley Coca cola” de la última semana empezó a desbordar el vaso.

Sumándose a esta coyuntura, Castilla empezaba a perder la imagen de poderoso Ministro de Economía frente a una economía de escaso crecimiento, ante cuya única respuesta eran los paquetes económicos para reducir las trabas de la inversión privada, a costa de la estabilidad laboral y la seguridad ambiental. El revés de las aportaciones de los independientes a la AFP Hábitat que Castilla defendió hasta el final le debe haber significado un duro golpe político, en la medida que incluso sectores políticos de derecha empezaban a pedir su cabeza en el parlamento.

En este contexto Castilla decidió irse, no se arriesgó a que lo echaran aún cuando era poco probable que Humala lo hiciera dada su ya irreversible sumisión a la receta de la política económica de la CONFIEP. Castilla se fue ensayando una sonrisa, por la puerta grande, en medio de aplausos en el salón dorado de Palacio de Gobierno. Como el impecable Ministro que no fue.
Lo que no se fue con Castilla fue el modelo económico o la política económica, el propio Humala salió el martes a declarar que con el nuevo Ministro, Alonso Segura, asesor principal del MEF en la gestión de Castilla, la política económica es la misma y que, como si con ello quisiera tranquilizar a la CONFIEP, la política económica se iba a reforzar con un segundo paquete de medidas económicas para acelerar la inversión. Castilla no se fue para que las cosas cambien al interior del MEF, para eso dejó un seguro cuyo apellido refuerza esta intención, el modelo está asegurado, qué duda cabe.

Resulta extraño que quienes más se han mostrado conformes con la salida de Castilla sean el aprismo, el fujimorismo, el PPC entre otros sectores de la derecha política. ¿Es que no les gustaba como se conducía la política económica? Nada de eso. Nunca antes habían discutido la presencia de Castilla, y el hecho de que hayan pedido su cabeza a raíz de la crisis de los “cornejoleaks” es meramente moralista y populista, ¿no es irónico ver a los apristas y a los fujimoristas rasgarse las vestiduras al comprobarse la injerencia grosera de lobbies en el ejecutivo? Pero el modelo no se discute, es intocable.

Por el contrario, quienes más pidieron la salida de Castilla en estos tres años, no han mostrado mejores ánimos a raíz de su renuncia, queda la sensación que Castilla no se fue en realidad, que lo que él encarna sigue presente en el MEF y en la tecnocracia que se ha adueñado del Ejecutivo, casi secuestrándolo. La CGTP ha mostrado su escepticismo de que todo seguirá igual y que los trabajadores seguirán sin ser escuchados en el MEF, los Ministerios del Ambiente y de Cultura seguirán siendo una sombra, Cecilia Blume y muchos otros seguirán enviando correos para que algún Ministro les acelere un trámite, el Estado seguirá de espaldas ante los conflictos sociales aunque mueran inocentes en La Convención o líderes Asháninkas a manos de madereros ilegales, de espaldas a Máxima Acuña y a Aida Gamarra.


Algún día sabremos como la CONFIEP secuestró al candidato Humala y anuló la Gran Transformación, aunque lo sospechemos.