Este blog es un esfuerzo por contribuir en la difusión de información, artículos de opinión y demás géneros periodísticos que muchas veces no se muestran en los medios de comunicación oficiales. El nombre La Acción Escrita es tomado de un libro de Genaro Carnero checa acerca del periodsimo de José Carlos Mariátegui.

viernes, 15 de enero de 2016

LA RESISTENCIA FRENTE AL TPP

Por: Henry Córdova Bran

Dentro de poco el Congreso de la República deberá debatir la aprobación del Acuerdo de Asociación Transpacífico, conocido como TPP. En medio de la coyuntura electoral el tema no está en la agenda mediática nacional, aun cuando es un tema que definirá el futuro del país. Sin embargo hay una resistencia ciudadana que busca llamar la atención sobre los impactos que traería su aprobación.

De la misma manera como ocurrió hace algunos años cuando el Perú negociaba el TLC con EEUU, hoy el grueso de la ciudadanía en el Perú no sabe qué significa el TPP. Siglas que son ajenas al diálogo común y cotidiano y que pocas veces encontramos en el análisis de los medios de comunicación. Son pocos los que han tratado el tema y menos aún los que han intentado hacer un análisis a fondo de sus implicancias. Es cierto que hay mucha información al respecto; pero también es cierto que esa información no es consumida por la mayoría de peruanos y peruanas. Mientras tanto el TPP está a punto de aprobarse de la misma manera como se aprobó el TLC. Nosotros ni enterados, bien gracias, que siga el circo, Acuña va segundo y el simpaticón de Guzmán ya se tumbó al primer dinosaurio.

Vayamos por partes. El TPP es un acuerdo de Cooperación Económica que ha sido negociado por 12 países, liderados por EEUU, que son parte de la cuenca del pacífico, es decir es más que un Tratado de Libre Comercio, aunque es concebido de la misma manera. Las cifras ampliamente difundidas en torno al TPP hacen parecer atractivo para cualquier país querer ser parte de este club, ya que involucra el 40% de la economía mundial y constituye un mercado de 800 millones de personas. Los defensores del TPP afirman que este acuerdo beneficiará a las economías que lo suscriban, Francisco Sánchez, ex secretario de Comercio Internacional de EEUU, afirmó en noviembre del 2015, en las páginas del Diario Gestión, que para “mejorar la competitividad, es necesario reducir las trabas que obstaculicen las exportaciones” y afirma que el Perú se beneficiaría sobre todo en sectores como servicios y manufactura. Por su parte desde el Gobierno y especialmente desde el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo han hecho todos los esfuerzos por convencernos que ser parte de este acuerdo es lo mejor que le puede pasar al Perú en la ruta del posicionamiento entre los grandes del primer mundo.

Apuntes a tener en cuenta

En política internacional cada paso que un Estado da responde a un plan estratégico de posicionamiento o de dominio. En este sentido el interés de Estados Unidos por liderar las negociaciones no pasa por su preocupación por las economías emergentes o por dar mejores oportunidades sus propios productores nacionales, sino por ganarle la iniciativa a China, su principal amenaza en la carrera del dominio y hegemonía global. Hay quienes afirman que insistir en ese discurso es quedarse en el pasado, pero la historia muestra que la carrera por disputarse la hegemonía y el dominio del planeta siempre ha estado presente desde que existen las civilizaciones y hoy no es diferente. Sin embargo hoy ya no son solamente los Estados los que disputan esa hegemonía, lo son también las corporaciones mundiales de los grandes negocios. Noam Chomsky afirmó recientemente que “el pacto Transpacífico es un asalto neoliberal de dominio corporativo” refiriendo que el acuerdo “busca poner en competencia entre sí a los trabajadores de todo el mundo para bajar los salarios y aumentar la inseguridad”, el pensador norteamericano también afirmó que el acuerdo va más allá de temas comerciales y que se centra más en imponer nuevas normas de propiedad intelectual en el extranjero y aumentar el poder político de las empresas.

Pero no solo un activista “antisistema” como calificarían muchos a Chomsky ha mostrado su desaprobación a este acuerdo, también el premio Nobel de economía Joseph Stiglitz ha afirmado  que “el TPP creará más desigualdad en la sociedad” y mencionando directamente el caso peruano afirmó que “el TPP es una idea muy mala y dejará al Perú definitivamente peor” Stiglitz ha calificado que el TPP es un retroceso respecto del mismo TLC que el Perú tenía con EEUU.

Quizás sea conveniente que se tengan datos concretos sobre cómo le ha ido al Perú después de más de cinco años de haberse implementado el TLC, más allá de que el gobierno afirmó que las exportaciones habían crecido entre el 2008 y el 2012. Sin embargo y como lo manifestó el economista Germán Alarco en un artículo publicado en el 2014, la balanza comercial del Perú pasó, en el mismo período de años, de tener resultados en superávit a ser deficitaria hasta en $ 1,032 millones, es decir que las exportaciones empezaron a ser menores que las importaciones y que lo que más se había importado eran productos de consumo más que aquellos útiles para el desarrollo de la industria. El propio director del Instituto de Comercio Exterior de la Cámara de Comercio de Lima Carlos Posada, mencionó que “el Perú no estuvo aprovechando los acuerdos comerciales estos últimos años en los niveles necesarios”. Quizá eso se deba a que la teoría clásica del Libre Comercio afirma que sólo los países que son fuertes internamente y han fortalecido su industria y su mercado interno –como lo hicieron Inglaterra o EEUU en su momento- pueden lanzarse a la aventura de promover el libre mercado y este no es el caso peruano.

La resistencia al TPP

Colectivos ciudadanos (peruanos contra el TPP)  vienen realizando una campaña cada vez más numerosa para que la sociedad peruana se informe y debata en torno al TPP, en su mayoría son jóvenes que muestran una preocupación por el Perú y sin embargo estos jóvenes no están en la televisión o en los grandes medios hablando y discutiendo un tema trascendental como este, por lo general están en las calles y en los espacios públicos sin pedir nada a cambio, informando, movilizándose, no están en la televisión, están resistiendo, incluso enfrentando la represión de la policía. Así es este Perú, premia la estupidez y lanza gas al pensamiento crítico.

Uno de los temas sensibles que este colectivo viene denunciando es el referido al riesgo que supone el TPP en materia de acceso a la salud pública y a  medicamentos para los más pobres. Y a pesar de que el gobierno y la Ministra Silva han negado que el Perú haya cedido en esta materia, existen estudios y personas que dicen lo contrario. La propia jefa de la Organización Mundial de la Salud (OMS) Margaret Chan manifestó en noviembre del 2015, que existen “algunas preocupaciones muy serias” refiriéndose al TPP manifestando que “si estos acuerdos abren el comercio, pero cierran la puerta a medicamentos asequibles, tenemos que plantear la pregunta: ¿es esto realmente un avance?”. De otro lado el Ministerio de Salud y EsSalud lanzaron la alerta el año pasado en la medida que la “protección a fármacos biológicos, contemplados en el TPP causará gastos por S/. 491 millones” lo que significará un incremento del 17% del gasto público. Los que más sentirán este tema serán los más pobres claro está. Pero el tema de los medicamentos merece un artículo aparte y un tratamiento más riguroso.


En definitiva es necesario que como sociedad tengamos el derecho de discutir un acuerdo de esta naturaleza. Así que sumémonos a estos colectivos de resistencia, hagamos lo que ellos con voluntad y valentía hacen, informémonos y activemos por el Perú. Y los candidatos ¿qué dirán del TPP?

miércoles, 13 de enero de 2016

Las elecciones que se nos vienen LA TAREA PENDIENTE ES EL PERU

Por: Henry Córdova Bran

Una de las frases que solía mencionar Eduardo Galeano era “si votar sirviera para algo, estaría prohibido”. Viene al punto recordarlo ahora que nuevamente estamos en un periodo electoral que definirá quien, o quienes, ingresarán a Palacio de Gobierno a partir de Julio. Y luego conviene preguntarse, casi con alarma, si realmente importa este juego electoral.

Con las candidaturas definidas y las alianzas establecidas, con las planchas presidenciales presentadas y a puertas  de definir las listas congresales, más de 20 aspirantes se han inscrito ante la ONPE para las elecciones presidenciales. Nuevamente el excesivo número de listas que se presentan dan cuenta de la fragilidad de nuestro sistema político. Es posible que la mayor parte de quienes irán a votar apenas conozca la cuarta parte de todas estas listas. Los rostros conocidos, esa pequeña elite de dirigentes de marcas electorales (no me atrevo a llamarles partidos)que echarán mano de toda la maquinaria económica y logística de la que pueden disponer para convencernos de que ellos son los que deben tomar las riendas para los próximos años. El márketing político puesto sobre ruedas y al servicio del mejor postor.

Lo mismo de hace cinco años, me dice un taxista unos días atrás, ¿ahora por quién será? Me pregunta. Le comento que más de 20 candidatos están inscritos y se sonríe como si no lo creyera. Para él solo existe Keiko, Alan, PPK (conoce la marca, no el nombre completo), Acuña y Toledo; y sin emoción alguna, parece preguntarse nuevamente ¿Ahora por quién será? La gran concentración de medios, parece estar cumpliendo su primera tarea, que en el imaginario de la ciudadanía exista, en mayor número, una contienda entre cuatro o cinco candidatos, cuyo planteamiento y propuesta resulta ser la misma, la continuidad del mismo discurso, la misma receta, que se inició con Fujimori en los años 90s y que se ha mantenido inalterable con el auspicio de la CONFIEP a través del Ministerio de Economía.

Bajo del taxi aquella vez y pienso en lo que se viene, en lo que tenemos; y nuevamente qué frágil es nuestro sistema político, las alianzas son muestra clara de que en el Perú los principios no resisten el pragmatismo de los intereses personales de “líderes” (así entre comillas) políticos. Un amigo me dice que en estas elecciones se están viendo sorpresas impensables: el PPC aliada al APRA, Lourdes y Alan juntos y revueltos, Anel Townsend con Acuña y Lay y entre ellos Marisol Espinoza, Susana Villarán acomodada en lo que queda del nacionalismo, juntita a Urresti, Vladimiro Huaroc unido a Keiko; en fin, le digo que en política no existen las sorpresas, y que en el Perú ya nada sorprende, aunque Levitsky trate de explicarlo.

¿Para qué sirve votar?

Dice Levitsky que “no se puede tumbar a los políticos sin tumbar a la democracia” entonces el juego continúa en defensa de la democracia. Retomando la frase que el recordado Galeano repetía, se entiende que se permite votar porque no sirve para nada, o debería decir no sirve para cambiar nada. Si existe alguien que podría prohibirlo es porque tendría el poder para hacerlo, es decir que existe un sector interesado en que nada cambie y que se mantengan los lineamientos generales de la dirección del país y entonces tiene que asegurarse que lo que pase en las elecciones, sea cual sea el resultado, no altere el Status quo. La mejor manera de explicarlo es recordar las elecciones anteriores a esta, la del 2011, en el que un gran sector  de votantes apostó por un discurso diferente que apuntaba a transformar el país. Lo que sabemos después es que de ese plan de transformación no quedó nada, más que la desazón, la decepción, porque no es suficiente con ganar un gobierno para transformar el país, menos aun cuando el anhelo de transformación está lleno más voluntad que capacidad para hacerlo.

¿Sirven estas elecciones entonces? No es la pregunta que me preocupa en este momento. Veinte candidaturas disputándose el gobierno, cinco o seis de ellas que no cambiarían nada de lo que realmente importa y que son las que los sectores que manejan la economía y los medios de comunicación apoyarán; la mayoría de las otras candidaturas pasarán desapercibidas y probablemente candidaturas como la del Frente Amplio o Democracia Directa que encumbrarán discursos alternativos y de cambio sean atacadas desde la avalancha mediática de la gran concentración.

Perú, la tarea pendiente

Las noticias parecen decirnos que nada extraordinario sucederá en las elecciones a menos que el descontento y la indignación se convierta en acción política y que las inteligencias den un soporte a las buenas voluntades que buscan un Perú mejor, para conectar esa voluntad con las aspiraciones de millones de peruanos y peruanas.

Hace unos días, al participar en un focus group sobre las elecciones junto con otros jóvenes, nos preguntaron que pensábamos sobre los próximos años para el Perú, y las respuestas no fueron alentadoras. Se percibe pesimismo en este Perú, como si estuviéramos destinados a ser dirigidos por la "misma clase política". Sin embargo, creo que es un momento crucial para el país que va más allá de las elecciones y que tiene que ver con convertir las voluntades de cambio en estudio de la realidad concreta para comprender el drama del Perú, sus problemas fundamentales, volver la vista hacia el conocimiento de quienes dedicaron su vida a estudiar el Perú. Necesitamos que los hombres y mujeres, sobre todo jóvenes, que hacen política vayan más allá de la denuncia de un sistema que reproduce inequidades, y que se pierdan en disputas intestinas con otros jóvenes que tienen la misma voluntad.Necesitamos una clase política que deje de estar divorciada con la cultura y con la ciencia.


Al volver a casa después de participar en aquel focus group, y casi como una necesidad masoquista y oculta del pesimismo, busqué un poema del maestro Manuel Gonzáles Prada que, precisamente lleva por nombre El Perú, “¡Qué mezquindad! ¡Qué desdicha! /Sólo encierras, ¡Oh Perú!, / corazones de mosquito/ y cerebros de avestruz” y más adelante enfila la pluma hacia los jóvenes “No esperemos ni en el niño, / que en este infando Perú/ hombres hay de pocos años, mas no existe juventud” el Perú continúa siendo la tarea pendiente que tenemos por hacer.Manos a la obra.