Este blog es un esfuerzo por contribuir en la difusión de información, artículos de opinión y demás géneros periodísticos que muchas veces no se muestran en los medios de comunicación oficiales. El nombre La Acción Escrita es tomado de un libro de Genaro Carnero checa acerca del periodsimo de José Carlos Mariátegui.

domingo, 1 de abril de 2012

Entrevista con Miguel Gutiérrez AÚN HOY PODEMOS ENCONTRAR A LOS VILLAR EN PIURA


Por: Henry Córdova Bran
Hace algunas semanas Mario Vargas Llosa, en reciente visita a Piura, celebró la “desaparición de los piajenos y el progreso de la ciudad”;  curiosamente en una reciente entrevista realizada a inicios de febrero al gran novelista piurano Miguel Gutiérrez, el creador de la Violencia del Tiempo, habla sobre la relación de su universo creativo con Piura y de cómo aún hoy en día, en medio del crecimiento económico que vive el país y la ciudad, es posible encontrar a “los Villar” los que sufren las injusticias de un sistema desigual. Ésta es una larga entrevista en la que el maestro Gutiérrez habla de literatura, de política y de sus próximos proyectos.

¿Qué significa para Miguel Gutiérrez escribir sobre Piura, pensar sobre Piura?
Bueno Piura es la ciudad donde yo viví mi infancia, mi adolescencia. Mis recuerdos están allí. Sin duda fue mi primera referencia al empezar a escribir porque tenía que hablar de lo que conocía. Por eso mi primera novela, EL Viejo Saurio se Retira, habla de lo que vivían los jóvenes de mi generación y de la Piura en la que vivíamos y hay muchos pasajes de mis novelas en las que se ponen cosas que me pasaban a mí y am mis amigos y otras cosas que me contaban también.

¿Cuál fue el detonante que unió al joven que contemplaba Piura con el hombre que aspiraba a escribir novelas?
Sucede que cuando yo tenía 13 años, por recomendación de una tía, fui a la biblioteca Municipal y leí Crimen y Castigo, la gran novela de Dostoievsky; y quedé tan estremecido con esa lectura que sentí que era posible crear un universo a partir de un hecho y de un lugar determinados. Claro Piura no era San Petesburgo, pero quedé convencido de que en esta ciudad que era mi ciudad también podría existir un universo creativo y que los personajes que yo veía podrían ser personajes novelados. Sentí que podía escribir una novela sobre Piura, pero que no solo hable de Piura sino de Piura en su relación con el mundo.
¿La creación de la estirpe de los Villar y del mundo de Congará cumple el papel que cumplen los Buendía y Macondo para García Márquez? ¿Es el vehículo para que los piuranos reconozcamos la Piura que usted vio?
En realidad esa creación viene de Faulkner. Faulkner fue el gran maestro mío, de todos en realidad. Puedes ver referencias de eso en Rulfo, en Onetti en García Márquez en fin. Las novelas son ficción, son inventadas pero parten de hechos reales. Y sí en Piura se vivía en esa época el racismo, el desprecio hacia lo mestizo, era muy fuerte. Y aún hoy en día existe eso.

MI MARXISMO ES COMO EL DE VALLEJO

Hay una inquietud suya por el país, en alguna entrevista usted manifestó que nacer en el Perú era un destino, y que el escritor debía asumirlo como tal. A sus 71 años y después de algunas décadas, ¿cuál es su lectura del país?
En el país se habla del desarrollo y eso es evidente, hay desarrollo material, pero en las mentalidades la cosa no ha cambiado mucho. A raíz de los juegos electorales pasado surgieron una serie de jovencitos, muchachos que apoyaban la candidatura de PPK. Yo leo muy poco el internet, la que lee es mi esposa y ella me cuenta. Estos muchachitos, por lo general hijos de la alta burguesía peruana, mostraban un odio furibundo hacia Humala, hacia las clases medias, hacia los andinos, pero con un lenguaje terrible, igual que hace 70 años, incluso parecía que se había acentuado. Es decir es indudable que ha habido desarrollo en el país, se ha modernizado el país, pero subsisten problemas, ya no hay grandes haciendas pero hay una reconcentración de tierras, pero con otras características, ya no están los terratenientes, por ejemplo en Piura desaparecieron los terratenientes, han surgido las clases medias, pero subsisten las desigualdades, subsisten los prejuicios, subsiste el racismo.

¿Usted cree que esta respuesta furibunda que mostraron en especial los jóvenes votantes de PPK responde al mismo racismo y odio al mestizaje que usted retrata en sus novelas?
Sí, es un problema que sigue existiendo, en mi última novela, Una Pasión Latina, aborda ese mismo problema de lo que podemos llamar la condición mestiza, osea, la condición mestiza en el Perú genera formas de conducta, actitudes ante la vida, ante los demás, entonces en Una Pasión latina vuelvo a plantear el tema porque sigue existiendo. Ahora yo creo que la gente votó, indudablemente algunos creían en Humala, pero también para cerrarle el paso al fujimorismo, lo cual habría sido una vergüenza no.  Entonces el Perú en lo exterior ha cambiado se ha modernizado, han surgido nuevos ricos, pero todavía se siguen manteniendo, bajo nuevas fachadas, los antiguos privilegios y los mismos beneficios.

Cuando formaba parte del grupo Narración en los años 60, junto a escritores como Oswaldo Reynoso, mostraron su rechazo al gobierno de Velazco, cuál es su posición ahora frente al gobierno de Ollanta Humala?
 Bueno yo hablo por mí no por los demás. Yo estoy a la expectativa. Hay que tener en claro que Humala en ningún momento se declaró socialista, él es nacionalista, por lo tanto no es un programa socialista pero sí es un programa avanzado en relación a otros programas. Entonces hay que estar a la expectativa. Hay una derecha muy fuerte, terrible, a raíz de las elecciones, se ha notado el gran poder que tienen con las grandes televisoras que son pues de grandes empresarios, así que tiene que luchar contra enemigos muy fuertes. Ahora, este es un programa, digamos mínimo, un programa socialista tiene objetivos más grandes; el problema es la factibilidad. No sé cómo se comportará la izquierda, han querido ya abandonar, romper la alianza y dejarle todo el camino libre a la derecha. En fin veo con expectativa. Yo creo que los escritores deben estar siempre a cierta distancia del poder, incluso dentro del socialismo. Yo soy socialista, o comunista, y si estoy dentro de una sociedad comunista o socialista, yo apoyo a esto, pero haré lo posible por no convertirme en una burocracia. Entonces la clave está en que el escritor debe mantener cierta distancia sea quien sea el que detente el poder

¿Qué lecciones sacó de la experiencia en China?
En primer lugar me reencontré como escritor. Determiné que lo fundamental en mi vida es la creación. He hecho crítica pero sé que una crítica literaria la puede hacer cualquier  otro incluso mejor que yo, pero mis novelas nadie las va a escribir solo yo. Eso fue importante. Por otro lado yo llegué a China en momentos que China sufría un gran viraje, y esa es la razón de mi novela Babel, El Paraíso.  El momento fue del gran giro de China que sigue enarbolando el comunismo pero con un tipo de economía de una suerte de capitalismo de Estado. Entonces hasta qué punto los tiempos en la historia son breves. Qué dejó en la Unión Soviética la experiencia socialista, 60 años creo que son, nada. ¿No se han formado grandes mafias en Rusia? Eso debe llevarnos a replantearnos  el problema del socialismo. No que el socialismo ha muerto, yo creo que tiene perspectivas, pero tiene que hacer un balance radical, porque durante la etapa del socialismo en la Unión soviética y en China no sólo se cometieron errores políticos, sino que se cometieron aberraciones y crueldades que no deberían volver a repetirse. Yo me sigo sintiendo, mi socialismo o mi comunismo si usted prefiere, es un poco como el de Vallejo, independiente, sin partido, antes creía que eso no era posible, pero ahora creo que sí, no acepto la hegemonía de ningún partido y en cuanto a teoría me considero un Marxista heterodoxo que incorpora a su teoría los aportes del pensamiento democrático moderno.

 EL NACIMIENTO DE MARTÍN VILLAR

Quisiera regresar a un plano más interno de Miguel Gutiérrez. Usted empieza a publicar en Lima, pero sus ligazones con Piura en la literatura son muy fuertes. ¿Qué tan fuertes siguen siendo y cuál es su relación con esa Piura a la que visita poco pero en la que quizás piensa mucho?
Sí claro, incluso mi última novela Una Pasión Latina se desarrolla en Piura, también en Washington DC y  en Ayacucho. Yo escribo sobre Piura porque esa es la realidad que yo conocí, pero Piura me interesa no solo por Piura, sino como ese campo experimental para explorar la condición humana. Decía Kundera que los personajes son egos experimentales, ubico a los personajes en Piura porque es una realidad que conozco, una realidad entrañable que amo, pero que también por momentos detesto, pero no solamente es Piura, en última instancia me sirve para explorar la condición humana, los hechos humanos, la vida en general de mi época.

En algún momento mencionó que tenía pensado escribir una novela sobre el nacimiento de Martín Villar. ¿Podemos esperar entonces los piuranos más sobre la estirpe de Los Villar?
Sí ahora se va a llamar La Primera Historia, que es la historia de una madre que es una mestiza blanca que le va contando a su hijo lo que ocurría en su familia, en Piura, en el mundo mientras Martín Villar está en el vientre de la madre. Cuando Martín sale al mundo está cargado con todo eso. Es un intento de ir hacia los orígenes de la conciencia misma. Entonces qué pasaba con Altemira Flores, que así se llama la madre de Martín Villar: ha muerto el padre de Martín y ella estaba embarazada, estamos dentro de un mudo supersticioso, que todavía existe ahora, en que – y aquí viene también el problema del mestizaje- en que la madre en su delirio con vicios de realidad cuenta como sus suegros que uno era curandero y la señora era una bruja y que era chola además, a través de maleficios, logró eliminar a los hijos de esta mujer que eran blancos, es una fantasía que tiene ella. Entonces todos sus hijos han muerto y sólo le queda Martín Villar, entonces ella lucha por todos los medios para que Martín Villar nazca, pero nace con todos esos problemas, y porqué La Primera Historia, porque va escuchando al comienzo sin entender y le va contando y le va contando hasta que el niño le va encontrando el sentido de la historia. Curiosamente es una historia que me contó también una mujer en Lunahuaná que me decía que la odiaban por ser blanca, esa es otra forma de racismo, y que había brujos maleros que le mataban a sus hijos, es una especie de mito.

Sobre las novelas de Miguel Gutiérrez se ha hablado mucho acerca del mestizaje de las luchas, pero se ha hablado poco del tratamiento del amor en sus novelas.
Es verdad, quizás el único que hizo referencia a eso es Sigifredo Burneo que me envió un artículo llamado Tamara Fiol y el libro del Sucio amor jajaja (ríe) haciendo referencia al libro del Arcipreste de Híta. Mis novelas tratan del amor, y son amores límites, radicales, transgresores, por ejemplo los hermanitos de Xóchitl y Wences que buscan el amor absoluto, en Tamara Fiol, ella es revolucionaria y sin embargo tiene un amor tan retorcido, tan terrible con Arancibia que es un sujeto perverso y depravado. Sí, el amor es una búsqueda dentro de mi novelística, el erotismo también, sólo que a veces solamente se lee mi novela desde el punto de vista social o político.