Este blog es un esfuerzo por contribuir en la difusión de información, artículos de opinión y demás géneros periodísticos que muchas veces no se muestran en los medios de comunicación oficiales. El nombre La Acción Escrita es tomado de un libro de Genaro Carnero checa acerca del periodsimo de José Carlos Mariátegui.

jueves, 14 de agosto de 2014

Cuando el abuso de poder reproduce las injusticias: PALESTINA, MÁXIMA Y AIDA

Por: Henry Córdova Bran
  
¿qué puede haber en común entre el pueblo palestino que sobrevive en la Franja de Gaza, una mujer campesina que defiende su hogar en las alturas de Cajamarca y una mujer que lucha contra el cáncer a las fosas nasales y porque no hayan más enfermos de cáncer a causa de la contaminación? En todos estos casos el uso y abuso de poder condena a los más débiles.

Política de exterminio en Gaza

 Antes del último cese al fuego, que se inició el último martes y que se rompió rápidamente un día después, mientras representantes de Palestina e Israel negociaban en El Cairo; el canciller palestino Raid al Malki hacía el lamentable recuento de las cifras que viene dejando la última ola de ataques que Israel dirige contra los pocos espacios en los que sobreviven los últimos palestinos que se aferran a vivir en su territorio en la Franja de Gaza. Más de dos mil gazatíes muertos, más de diez mil heridos, la tercera parte de todos ellos eran niños y niñas menores de 10 años. A esta cifra se suman los más de medio millón de desplazados y las más de 5 mil viviendas destruidas. Por el lado Israelí el número de muertos llega a 67 israelíes, la mayoría miembros de su ejército, víctimas de los cohetes disparados por la organización palestina Hamas.

En Gaza no se está desarrollando una guerra. La operación “Margen Protector” dirigida por Israel desde hace cinco semanas responde a las continuas campañas de exterminio que Israel lanza sobre los palestinos desde que en 1948 la ONU creara el Estado de Israel en territorios habitados por musulmanes, cristianos y judíos. Historiadores israelíes como Ilan Pappe han registrado la política de “limpieza étnica de palestina” que el Estado de Israel mantiene.

¿Por qué Israel puede dirigir una operación de esta magnitud asesinando en masa a la población civil de Palestina sin que la Comunidad Internacional y la ONU puedan hacer algo por detenerlos? La respuesta es EEUU. Con su derecho a veto en el Consejo de Seguridad de la ONU, Norteamérica ha bloqueado todo intento de sanción contra Israel desde hace muchos años. EEUU tiene en Israel a su principal socio estratégico para ejercer su influencia en el Medio Oriente, producto de ello Israel tiene el ejército más poderoso de la Región. Pero no sólo el bombardeo sobre el pueblo palestino es inhumano, lo es también el bloqueo que Israel mantiene sobre la Franja de Gaza, lo que hace casi imposible la llegada de ayuda humanitaria que los pocos Estados que defienden la causa palestina con firmeza intentan hacer llegar. Recordemos que en el 2010 el ejército Israelí hundió uno de los 6 buques de la flota Libertad que llevaba ayuda humanitaria y se encontraba a 65 km de las costas de Gaza en aguas internacionales.

La solidaridad con Palestina ha tomado las calles de las principales ciudades del mundo, incluidas las principales en el Perú. Pese al rechazo mundial, el Primer Ministro Israelí Benjamín Netnayahu ha mostrado su intención de no detenerse hasta hacer desaparecer a Hamas, organización calificada de terrorista pero que ganó las últimas elecciones en palestina. Sin embargo hay intelectuales judíos contrarios a la política del Estado de Israel frente a Palestina como Uri Avnery han afirmado que en un principio Hamas era aliado de Israel y que en el fondo al ejército Israelí no le conviene su desaparición, pues perderían la excusa para atacar al pueblo palestino. Puede ser que las negociaciones en el Cairo logren detener momentáneamente la operación “margen Protector” pero la paz en Gaza no se logrará mientras Israel siga sintiendo que su superioridad económica y militar sobre Palestina le da el derecho de eliminarla al amparo de la impunidad y el apoyo que le da EEUU.

Las batallas de Máxima Acuña y Aida Gamarra

Máxima Acuña se ha convertido en uno de los principales dolores de cabeza de la poderosa empresa minera Yancocha. La empresa explotadora de oro más grande de Sudamérica viene atacando constantemente desde el 2011 a Máxima Acuña y a su familia para que desalojen su pequeño territorio por encontrarse en pleno centro del Proyecto Minas Conga. Pero la pelea entre la Empresa y Máxima es desigual o eso pareciera ser. Yanacocha tiene mucho dinero, y ha tenido el apoyo de la fuerza policial del Estado peruano mediante efectivos de la DINOES que han llegado hasta los predios de Máxima a desalojarlos, y no pudieron. Máxima Acuña tiene de su parte su coraje y su firmeza para decir No.

Y esa firmeza la ha llevado a defender su causa desde hace 3 años. Y esa firmeza ha sido capaz de conseguir la solidaridad de muchos sectores de la sociedad no sólo en el Perú sino también a nivel internacional. En esta batalla, Máxima ha conseguido denunciar su caso en la Maison d’Amérique Latine en París, logrando la solidaridad de algunos parlamentarios franceses. Ha conseguido también la solidaridad de intelectuales peruanos de la talla de Eduardo González Viaña y Rocío Silva Santisteban. En las últimas semanas la justicia peruana ha condenado a Máxima y a otros miembros de su familia a dos años y ocho meses de prisión suspendida y al pago de  5.500 soles en favor de la empresa. La empresa, claro está empieza a frotarse las manos.

Aida Gamarra por su parte enfrenta una lucha desde el 2013 contra la transnacional minera Chinalco, denunciando los abusos que la empresa y el Estado a través de las fuerzas policiales ejercen sobre la población de Morococha. Aida Gamarra ha denunciado que el proyecto Toromocho  que se ejecuta a tajo abierto contamina al pueblo de Morococha y pone en riesgo incluso la salud de los limeños y otras poblaciones cuyos ríos reciben agua de las lagunas contaminadas. En marzo de este año la OEFA ordenó a Chinalco detener el vertimiento de material tóxico en las lagunas Huacrococha y Huascacocha, sin embargo semanas después Chinalco volvió a retomar sus operaciones. Hoy Aida Gamarra está en un hospital diagnosticada con cáncer a las fosas nasales en etapa avanzada. Desde su cama de hospital hace llamados para que no se permita que la empresa siga contaminando a más gente.


Tanto Máxima como Aida enfrentan uno de los poderes grandes que existen en el Perú, el de la minería y el de un Estado que voltea a mirar a otro lado mientras las injusticias doblegan a sus ciudadanos y ciudadanas. El Estado ha claudicado a la protección del medio ambiente y de las poblaciones que radican alrededor de los principales proyectos mineros del país, si no que le pregunten al Ministro del Ambiente y al Ministro de Energía y Minas como se mueven los Lobbies al interior del Ejecutivo. Será la solidaridad de la sociedad civil la que fortalezca el coraje de Máxima y Aida, porque ellas no podrán, como lo hace Cecilia Blume, enviarle un cariñoso correo al señor M. para que intervenga a su favor. El señor M. no se ocupa de estas cuestiones, anda muy ocupado facilitándole las cosas a la inversión privada desde su oficina en el MEF.