Este blog es un esfuerzo por contribuir en la difusión de información, artículos de opinión y demás géneros periodísticos que muchas veces no se muestran en los medios de comunicación oficiales. El nombre La Acción Escrita es tomado de un libro de Genaro Carnero checa acerca del periodsimo de José Carlos Mariátegui.

viernes, 18 de marzo de 2016

¿PORQUÉ SE JUSTIFICA EL RECHAZO A KEIKO?

Por: Henry Córdova Bran

Durante la última semana se han realizado en Lima dos marchas numerosas para rechazar la candidatura de Keiko Fujimori. Asimismo, en diferentes partes del país a las que la candidata de Fuerza Popular ha llegado con fines proselitistas, ha sido rechazada y hasta se ha visto obligada a cancelar sus mítines. ¿Se justifica este rechazo ciudadano a la candidata que encabeza las preferencias del voto, según las encuestas?

 El viernes 11 y el martes 15 de marzo las principales calles del centro de Lima volvieron a ser escenario de masivas movilizaciones, en las que miles de hombres y mujeres, en su mayoría jóvenes, mostraron su rechazo a la candidata del fujimorismo. Allí estuvimos, no para cubrir la información de manera periodística, sino para participar y ser parte de esta movilización, ejerciendo nuestro derecho ciudadano a manifestarnos y expresar libremente una opinión en torno a una coyuntura política que nos preocupa y que tiende sobre el país un futuro que consideramos nefasto.

Después de la primera marcha contra Keiko era de esperarse que los medios de la gran concentración minimizaran la contundencia de la movilización, razón por la que los colectivos que llamaron a la marcha y las personas que participaron en ella utilizaron las redes sociales para difundir las imágenes y los informes respectivos. En mi cuenta de Facebook compartí esta información, y es aquí que dos amigos, a quienes aprecio, ex compañeros de aulas sanmiguelinas, cuestionaron estas marchas considerándolas poco democráticas, y afirmando que si no nos gusta uno u otro candidato, esto debe reflejarse el 10 de abril, en las elecciones, donde el pueblo elige libremente, además tildaron a los manifestantes de “pulpines” y violentistas o intolerantes; razón que impulsó la elaboración de esta nota a modo de respuesta.

No hay intolerancia, hay memoria

Keiko Fujimori, representantes de Fuerza Popular y simpatizantes del fujimorismo han respondido a estas movilizaciones acusándolas de intolerantes, antidemocráticas y hasta de ser promovidas por el gobierno de Humala; incluso se ha dicho que quienes participan de ellas son terroristas y defensores de terroristas.

Lo cierto es que estas manifestaciones responden a una sensación creciente de rechazo, no solo a la candidatura de Keiko, sino también a la de Alán García; sin embargo se concentra más en Keiko porque la hija del dictador Fujimori encabeza las encuestas y se ha probado que ha violado la Ley Electoral constantemente regalando dinero, que fue la misma razón por la que se excluyó la candidatura de Acuña, por lo que hay un sentimiento de rechazo al trato diferenciado que el JNE está dando al fujimorismo cuando debiera recibir la misma sanción y ser excluida del proceso electoral.

Pero además porque Keiko Fujimori encarna y representa al gobierno de su padre, hoy preso por crímenes de lesa humanidad, corrupción y desvío de fondos de las Fuerzas Armadas para la compra de líneas editoriales y financiamiento de los diarios chicha durante la década de los 90. Han pasado casi quince años desde que Alberto Fujimori renunció a la presidencia de la manera como solo lo hacen los cobardes, amparado en una mentira abandonó el país aduciendo un viaje de representación, para luego enviar un fax al Congreso de la República indicando su renuncia, mientras el país veía día a día nuevos destapes que evidenciaban la podredumbre de corrupción del régimen, la cual era imposible que el mandatario no estuviera enterado.

El fujimorismo fue pues una dictadura cívico-militar corrompida y corruptora, que alcanzó a enlodar todas las instituciones del Estado y que se amparó en un logro que no le correspondía para justificar sus atrocidades: la pacificación del país y la eliminación del terrorismo. Y no le correspondía porque la captura de Abimael Guzmán y la cúpula del senderismo no fue obra de una estrategia trazada por el gobierno, sino de una operación secreta de la que Fujimori se enteró por los medios y que después se apropió; lejos de terminar la tarea de acabar con los remanentes de Sendero, Fujimori les dio el respiro para que la alianza entre el terrorismo y el narcotráfico se asiente en la selva; y hasta en eso el Estado poco a poco fue siendo parte también de esa mafia, al punto de hallarse en una oportunidad 170 kilos de Cocaína en un avión de la FAP en la que iba el edecán del presidente Fujimori. Los tripulantes de aquel avión fueron absueltos, incluido el edecán del presidente, por un Poder Judicial sometido al ejecutivo.

El rechazo a Keiko Fujimori no es porque su padre haya sido un dictador, cuyo gobierno canceló la democracia en 1992 mediante un autogolpe, impuso una política de Estado criminal que asesinó inocentes como los sonados casos de Barrios Altos y La Cantuta, pero no fueron los únicos; que eliminó líderes sindicales como el caso de Pedro Huilca, por poner solo un ejemplo; que secuestró y torturó personas contrarias al régimen y que en general promovió el terrorismo de Estado a través de un grupo paramilitar como el Colina, del cual más de un miembro ha asegurado que el presidente tenía conocimiento de su existencia y de sus acciones; que impulsó una política de esterilizaciones forzadas a miles de mujeres, campesinas en su mayoría, como una perversa forma de cumplir metas de planificación familiar. No por ser hija del presidente que es responsable de que se haya impuesto en el Perú una cultura de la basura dirigida desde los medios de comunicación, y que privatizó sectores estratégicos de nuestra economía a precio de regalo y enriqueciéndose a costa de ello, y que permitió que su asesor Vladimiro Montesinos hiciera del Estado la más grande telaraña de corrupción que se haya visto en toda nuestra historia. No es por eso que su candidatura causa rechazo señora Fujimori; es porque usted fue parte de todo eso y nunca hizo nada por denunciarlo o apartarse de él, y porque en quince años el fujimorismo que usted sigue promoviendo no ha dado muestras de haber cambiado, más allá de discursos laxos que usted intenta maquillar para dar la idea de un fujimorismo democrático, en el que nos es imposible creer.


El fujimorismo fue el resumen de nuestros peores males como país y ese es el fujimorismo que miles de personas en Lima, en Cusco, en Tacna, en Chimbote, En Piura y en cada ciudad del país empieza a rechazarse. Nos vemos el 5 de abril, fecha en que le haremos recordar porqué se justifica nuestro rechazo a su candidatura.