Por: Henry Córdova
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Este viernes 28 de julio celebraremos 196 años de vida
republicana. También se cumplirá el primer año de gobierno de Pedro Pablo Kuczynski.
Un año con muchas sombras y muy pocas luces. ¿Qué podemos esperar en el mensaje
del presidente sobre materia laboral, salud, educación, reactivación económica,
derechos ambientales, estabilidad política, corrupción?
Al señor Pedro Pablo Kuckzynski
le tocó la oportunidad histórica de asumir la Presidencia de la República, cuyo
periodo debería culminar al celebrarse el bicentenario de nuestra independencia.
Nadie que conozca los antecedentes de PPK vinculados a la tecnocracia que nos
gobierna desde el Ministerio de Economía y Finanzas, podía esperar que durante
este gobierno el país se iba a encaminar hacia el bicentenario con políticas
que apunten a la justicia social. No esperábamos eso de Kuczynski.
La oportunidad de
arribar al bicentenario con la idea de refundar una nueva República, con más
derechos y menos brechas, un país con más justicia y una patria que reconozca
su naturaleza pluricultural, multilingüe, su carácter de Estado laico,
inclusivo; esa oportunidad la perdimos hace mucho tiempo. Incluso la aparente
oportunidad tras el triunfo de Ollanta Humala el 2011 no fue más que una
ilusión que se desvaneció tras la constatación, casi inmediata, que el
humalismo (si acaso existió tal cosa) sería parte de la histórica traición de
la clase política a lo largo de nuestra historia. Humala está ahora cumpliendo
una prisión preventiva y sólo nos puede producir rechazo y condena; la misma que
sentimos por toda la clase política de las últimas décadas.
196 años desde que
conquistamos, tras despojarnos del yugo del imperio español, una República que
terminó siendo una República de criollos y para criollos. Nuestros primeros
dirigentes no podían entender que no bastaba una independencia que sirviera
solo para que los privilegios pasaran de unas manos –españolas- a otras manos –descendientes
de estos mismos españoles-. Tuvimos que pasar casi todo el siglo XIX para
empezar a entender que había también una “República de Indios” andinos. Y allí
estuvieron Gonzáles Prada, Mariátegui, y finalmente Arguedas para tratar de
interpretar este otro Perú con la idea de peruanizarlo. Sin embargo tuvo que
transcurrir también gran parte del siglo XX para empezar a tratar de entender
un Perú más allá incluso del Perú andino: El Perú Amazónico; y este es un
proceso de reconocimiento que todavía no concluimos. Somos una república que no
termina de reconocerse en su propio espejo histórico.
Casi doscientos años
intentando buscarnos y todavía somos un país con demasiadas lejanías, con
muchas distancias, pero que, afortunadamente, cada vez más se dirige al reto
histórico de reencontrarse en su propio mito que le permita mirar hacia el
futuro. Este reencuentro no vendrá auspiciado desde el Estado tan diligente en
mirar hacia otro lado. Este reencuentro será el producto de la coincidencia de
tejidos sociales, de la fraternidad creciente entre sus diferentes luchas y
conquistas. En este sentido, es probable que el Bicentenario nos encuentre con
dos celebraciones distintas. La del Perú oficial aferrado a que este estado de
cosas se mantenga y que nada de lo fundamental cambie, por lo menos nada que
atente contra sus privilegios nacionales y extranjeros. El otro será el
bicentenario de la búsqueda de la conquista de una nueva República, una
República que reconozca la diversidad de sus identidades y que a la vez sea
capaz de decidir su vida misma con la participación en el poder de la
representación de esas mismas identidades.
PPK y el gobierno perdido
Con el gobierno de
PPK se termina de concretar la tendencia de las últimas décadas en torno a que
el gobierno se conduce desde la tecnocracia y no desde la política. La tecnocracia,
ajena a los ideales del bien común, favorece el sostenimiento de un sistema
capitalista primario exportador. No se podía esperar otra cosa de un hombre
cuya biografía está asociada al lobismo y a la cercanía con el gran capital.
El problema es que
Kuczynski, no solo no gobierna sino que ha permitido que el gobierno se dirija
desde el parlamento, ocupado y dirigido por la fuerza política heredera del
gobierno que más daño le hizo al país en las últimas décadas: el fujimorismo. Con
sus 72 congresistas el legislativo ha impuesto la agenda y el presidente, más
allá de algunos gestos, parece no inmutarse tanto por eso.
¿Qué va a decir el
presidente entonces el 28 de julio? Se espera que haya pronunciamientos claros
respecto a problemas fundamentales. Es evidente que hay en el país una
precariedad en materia de derechos laborales. La trágica muerte de dos jóvenes
en el incendio de las Malvinas, que dio a conocer las condiciones de esclavitud
en la que trabajan miles de peruanos y peruanas, debería merecer desde el ejecutivo
una respuesta clara para un mayor control y fiscalización desde el Estado y un
debate real sobre la Ley General del Trabajo y no los intentos de precarización
laboral como la llamada Ley Pulpin 2.0.
El sector Salud está
en crisis. Hace unos días recibimos una llamada en Radio Kampagkis, en Santa
María de Nieva, provincia de Condorcanqui, región Amazonas. Quien llamaba era
una madre preocupada desde Huampami, Centro poblado del distrito de Cenepa a
unas tres horas por río, porque su hijo de 17 años se le había enfermado desde
el sábado 15, lo había llevado al centro de salud y no había personal para
atenderlo. Recién fue ingresado al centro de salud el lunes por la mañana, pero
allí le dijeron que no podían hacer mucho porque no había medicamentos. La
llamada fue hecha el miércoles y hasta entonces el joven no recibía
tratamiento. Nos comunicamos con la Red de Salud de Condorcanqui y el
responsable de la Unidad de Medicamentos, Mateo Sotelo, nos manifestó que
efectivamente las 72 microredes de salud que existen en la provincia tenían un
problema de desabastecimiento de medicamentos porque el sector, es decir el
Ministerio de Salud aún no realizaba las compras de los medicamentos del año
2017 y que este no era problema exclusivo de esta zona sino en todo el país,
pero aseguraba que a finales de agosto ya se esperaba contar con los
medicamentos. Habíamos vistió ya en un reportaje reciente de Hildebrandt en sus
trece sobre la crisis del SIS, que desde el año 2016 el MEF ha venido
recortando el presupuesto del SIS que en el 2015 era de 1,756 millones de
soles, se le recortaron 198 millones en el 2016 y 140 millones más para este
2017. Es decir que para los peruanos y peruanas que menos recursos tienen están
prohibidos de enfermarse hasta fines de agosto, al menos. ¿Y el presidente dirá
algo al respecto?
¿Y en el tema
ambiental? Mientras el MINAM se queda cada vez con menos funciones –ya ni
siquiera es el órgano rector para dirigir la política de Ordenamiento
Territorial- los problemas se incrementan. En la Amazonía el Estado no ha
cumplido con atender a las poblaciones afectadas por los derrames petroleros de
los últimos años y ya el Instituto de Defensa Legal viene denunciando el mal
manejo de este proceso en el caso de Saramuro, con serios indicios de
corrupción. El Estado tampoco ha cumplido con sus acuerdos con la nación Wampis
para erradicar las prácticas de minería ilegal en sus territorios en el
distrito del Rio Santiago de la provincia de Condorcanqui en Amazonas; lo que
ha producido un ataque de los mineros ilegales a pobladores wampis hace solo
unos días. ¿Se preocupará el presidente por estos temas? ¿Y la Ley de Cambio
Climático, para cuándo?
Seguramente hablará
sobre la reconstrucción con cambios y la lucha contra la corrupción en las que
se espera que la justicia mida con la misma vara a todos y todas, porque si es
verdad que los Humala – Heredia tienen serios indicios de delitos, no son los
únicos, y en la misma condición deberían estar los otros ex presidentes y la ex
candidata Keiko Fujimori, y quizás hasta el propio presidente Kuczynski.
Este es nuestro país
y tenemos 196 años de una independencia inconclusa y un presente bastante
sombrío. Sin embargo, como diría el poeta Marco Martos, “Es este tu país/ porque
si tuvieras que hacerlo, / lo elegirías de nuevo/ para construir aquí/ todos
tus sueños” y es aquí donde queremos conquistar el cielo y las estrellas para
construir una nueva República.