Por:
Henry Córdova Bran
Dentro de poco el Congreso de la República
deberá debatir la aprobación del Acuerdo de Asociación Transpacífico, conocido
como TPP. En medio de la coyuntura electoral el tema no está en la agenda
mediática nacional, aun cuando es un tema que definirá el futuro del país. Sin
embargo hay una resistencia ciudadana que busca llamar la atención sobre los
impactos que traería su aprobación.
De la misma manera como ocurrió hace algunos
años cuando el Perú negociaba el TLC con EEUU, hoy el grueso de la ciudadanía
en el Perú no sabe qué significa el TPP. Siglas que son ajenas al diálogo común
y cotidiano y que pocas veces encontramos en el análisis de los medios de
comunicación. Son pocos los que han tratado el tema y menos aún los que han
intentado hacer un análisis a fondo de sus implicancias. Es cierto que hay
mucha información al respecto; pero también es cierto que esa información no es
consumida por la mayoría de peruanos y peruanas. Mientras tanto el TPP está a
punto de aprobarse de la misma manera como se aprobó el TLC. Nosotros ni
enterados, bien gracias, que siga el circo, Acuña va segundo y el simpaticón de
Guzmán ya se tumbó al primer dinosaurio.
Vayamos por partes. El TPP es un acuerdo de
Cooperación Económica que ha sido negociado por 12 países, liderados por EEUU,
que son parte de la cuenca del pacífico, es decir es más que un Tratado de
Libre Comercio, aunque es concebido de la misma manera. Las cifras ampliamente
difundidas en torno al TPP hacen parecer atractivo para cualquier país querer
ser parte de este club, ya que involucra el 40% de la economía mundial y
constituye un mercado de 800 millones de personas. Los defensores del TPP
afirman que este acuerdo beneficiará a las economías que lo suscriban,
Francisco Sánchez, ex secretario de Comercio Internacional de EEUU, afirmó en
noviembre del 2015, en las páginas del Diario Gestión, que para “mejorar la
competitividad, es necesario reducir las trabas que obstaculicen las
exportaciones” y afirma que el Perú se beneficiaría sobre todo en sectores como
servicios y manufactura. Por su parte desde el Gobierno y especialmente desde
el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo han hecho todos los esfuerzos por
convencernos que ser parte de este acuerdo es lo mejor que le puede pasar al
Perú en la ruta del posicionamiento entre los grandes del primer mundo.
Apuntes
a tener en cuenta
En política internacional cada paso que un
Estado da responde a un plan estratégico de posicionamiento o de dominio. En
este sentido el interés de Estados Unidos por liderar las negociaciones no pasa
por su preocupación por las economías emergentes o por dar mejores
oportunidades sus propios productores nacionales, sino por ganarle la
iniciativa a China, su principal amenaza en la carrera del dominio y hegemonía
global. Hay quienes afirman que insistir en ese discurso es quedarse en el
pasado, pero la historia muestra que la carrera por disputarse la hegemonía y
el dominio del planeta siempre ha estado presente desde que existen las
civilizaciones y hoy no es diferente. Sin embargo hoy ya no son solamente los
Estados los que disputan esa hegemonía, lo son también las corporaciones mundiales
de los grandes negocios. Noam Chomsky afirmó recientemente que “el pacto
Transpacífico es un asalto neoliberal de dominio corporativo” refiriendo que el
acuerdo “busca poner en competencia entre sí a los trabajadores de todo el
mundo para bajar los salarios y aumentar la inseguridad”, el pensador
norteamericano también afirmó que el acuerdo va más allá de temas comerciales y
que se centra más en imponer nuevas normas de propiedad intelectual en el
extranjero y aumentar el poder político de las empresas.
Pero no solo un activista “antisistema” como
calificarían muchos a Chomsky ha mostrado su desaprobación a este acuerdo,
también el premio Nobel de economía Joseph Stiglitz ha afirmado que “el TPP creará más desigualdad en la
sociedad” y mencionando directamente el caso peruano afirmó que “el TPP es una
idea muy mala y dejará al Perú definitivamente peor” Stiglitz ha calificado que
el TPP es un retroceso respecto del mismo TLC que el Perú tenía con EEUU.
Quizás sea conveniente que se tengan datos
concretos sobre cómo le ha ido al Perú después de más de cinco años de haberse
implementado el TLC, más allá de que el gobierno afirmó que las exportaciones
habían crecido entre el 2008 y el 2012. Sin embargo y como lo manifestó el
economista Germán Alarco en un artículo publicado en el 2014, la balanza
comercial del Perú pasó, en el mismo período de años, de tener resultados en
superávit a ser deficitaria hasta en $ 1,032 millones, es decir que las
exportaciones empezaron a ser menores que las importaciones y que lo que más se
había importado eran productos de consumo más que aquellos útiles para el
desarrollo de la industria. El propio director del Instituto de Comercio
Exterior de la Cámara de Comercio de Lima Carlos Posada, mencionó que “el Perú
no estuvo aprovechando los acuerdos comerciales estos últimos años en los
niveles necesarios”. Quizá eso se deba a que la teoría clásica del Libre
Comercio afirma que sólo los países que son fuertes internamente y han
fortalecido su industria y su mercado interno –como lo hicieron Inglaterra o
EEUU en su momento- pueden lanzarse a la aventura de promover el libre mercado
y este no es el caso peruano.
La
resistencia al TPP
Colectivos ciudadanos (peruanos contra el
TPP) vienen realizando una campaña cada
vez más numerosa para que la sociedad peruana se informe y debata en torno al
TPP, en su mayoría son jóvenes que muestran una preocupación por el Perú y sin
embargo estos jóvenes no están en la televisión o en los grandes medios
hablando y discutiendo un tema trascendental como este, por lo general están en
las calles y en los espacios públicos sin pedir nada a cambio, informando,
movilizándose, no están en la televisión, están resistiendo, incluso
enfrentando la represión de la policía. Así es este Perú, premia la estupidez y
lanza gas al pensamiento crítico.
Uno de los temas sensibles que este colectivo
viene denunciando es el referido al riesgo que supone el TPP en materia de
acceso a la salud pública y a
medicamentos para los más pobres. Y a pesar de que el gobierno y la
Ministra Silva han negado que el Perú haya cedido en esta materia, existen
estudios y personas que dicen lo contrario. La propia jefa de la Organización
Mundial de la Salud (OMS) Margaret Chan manifestó en noviembre del 2015, que
existen “algunas preocupaciones muy serias” refiriéndose al TPP manifestando
que “si estos acuerdos abren el comercio, pero cierran la puerta a medicamentos
asequibles, tenemos que plantear la pregunta: ¿es esto realmente un avance?”.
De otro lado el Ministerio de Salud y EsSalud lanzaron la alerta el año pasado
en la medida que la “protección a fármacos biológicos, contemplados en el TPP
causará gastos por S/. 491 millones” lo que significará un incremento del 17%
del gasto público. Los que más sentirán este tema serán los más pobres claro
está. Pero el tema de los medicamentos merece un artículo aparte y un
tratamiento más riguroso.
En definitiva es necesario que como sociedad
tengamos el derecho de discutir un acuerdo de esta naturaleza. Así que
sumémonos a estos colectivos de resistencia, hagamos lo que ellos con voluntad
y valentía hacen, informémonos y activemos por el Perú. Y los candidatos ¿qué
dirán del TPP?
Nota informativa muy importante, particularmente no estaba muy informado. AGRADEZCO por esta información. ¡¡ Que bien que los jóvenes se preocupen por su realidad SOCIAL, POLÍTICA Y ECONÓMICA que experimentan en el Perú !!
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gracias por tu comentario y por seguir la información. es cierto, es necesario que los jóvenes de buena voluntad y conciencia por el Perú, se informen, participen y se organicen. Seguiremos publicando temas relevantes en este blog.
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