Este blog es un esfuerzo por contribuir en la difusión de información, artículos de opinión y demás géneros periodísticos que muchas veces no se muestran en los medios de comunicación oficiales. El nombre La Acción Escrita es tomado de un libro de Genaro Carnero checa acerca del periodsimo de José Carlos Mariátegui.

martes, 28 de febrero de 2017

El Perú después de Fujimori LA PANDILLA Y LAS PREGUNTAS POR RESPONDER

Por Henry Córdova Bran

Quienes contamos más de 30 años, nos miramos en el espejo de finales de los 90 y en las luchas por despercudirnos de la infame dictadura corrupta de Fujimori y los sueños por renovar el Perú. Frente a ese espejo nos preguntamos ¿nos merecíamos esta pandilla de presidentes de los últimos 17 años?

El primer cuestionamiento es el haber mantenido y afianzado el marco jurídico que la dictadura edificó para sus propósitos, la constitución del 93, que entre otras cosas favoreció la inversión privada mientras le restaba capacidad de control al Estado y a sus instituciones, tal como lo menciona el informe de la Comisión Investigadora de Delitos Económicos y Financieros (CIDEF) del gobierno de Fujimori que presidió Javier Diez Canseco. Según Alfonso Quiroz en su bien documentado libro de La Historia de la Corrupción en el Perú calcula que durante toda la década fujimorista se perdieron anualmente $2.038 millones por la corrupción de funcionarios.

El Informe de la CIDEF demostró los vicios de corrupción cometidos durante los 90 y los excesivos beneficios que las grandes empresas obtuvieron en los procesos de privatización de las empresas estatales. En el 2002, año en que se presentó este informe, la comisión presidida por Diez Canseco, tuvo como primera recomendación la “Revisión en forma integral por parte del Congreso Nacional a través de sus Comisiones Ordinarias, de la Legislación y Normas reglamentarias vigentes referidas a la privatización de empresas públicas en sus diversas modalidades según el Dec. Leg. 674.

Sin embargo, la principal recomendación del informe que develó la modalidad de corrupción de los delitos económicos del fujimorismo se pasó por alto. Desde el gobierno de Toledo no solo no se revisó este marco jurídico, sino que se afianzó una serie de normas favorables a los grandes negociados  que ahora vemos centrados en las empresas brasileñas, especialmente en Odebrecht. Pero no es la única que se ha beneficiado con la benevolencia del Estado Peruano, si empezáramos a raspar la herida quizá la pus salte también con otras empresas transnacionales de diferentes banderas.

Las preguntas para la pandilla

Es el propio ex presidente Alan García quien ha llamado pandilla a los ex presidentes Toledo y Humala y ha pedido no ser mezclado en ese saco. Sin embargo, las malas prácticas de las modalidades de adjudicación de obras y firmas de contratos puestas en evidencia a raíz del escándalo de Odebrecht alcanzan a los tres últimos gobiernos, y alcanza al actual presidente por su participación principal en el gobierno de Toledo como Ministro de Economía, presidente del Directorio de Pro Inversión y Presidente del Consejo de Ministros.

Una de estas modalidades son las Asociaciones Público Privadas (APP) que ahora han sido puestas a debate por economistas como Humberto Campodónico y Germán Alarco. ¿A cambio de qué los gobernantes de turno y sus Ministros, de Economía principalmente,  dieron Decretos Legislativos ampliamente favorables a las empresas privadas y, como ha dicho el Juez Richard Concepción Carhuancho, con nombre propio?

Si bien es cierto, las acusaciones de Jorge Barata, ex directivo de Odebrecht, han disparado en primer lugar contra Alejandro Toledo, a quien afirma que le entregó 20 millones de dólares usando como testaferro a su amigo Maiman, y ahora también ha referido que se entregó 3 millones de dólares para la campaña de Humala, el gobierno de García también se ha visto comprometido por los recientes cables de la embajada brasileña que publicó el pasado viernes 17 de febrero el semanario Hildebrandt en sus 13, en los que se da cuenta de la petición de Jorge del Castillo y Verónica Zavala, en ese entonces Premier y ministra de Transportes de García, para que las empresas brasileñas participen del proceso de licitación de los tramos 1 y 5 de la Interoceánica Sur.

La suerte de Toledo parece estar echada y solo sería cuestión de tiempo su captura y extradición. Humala ha tratado de defenderse de las acusaciones, pero las recientes declaraciones de Jorge Barata del jueves 23 podrían traerle más de un problema. García, de regreso en Madrid, hace lo posible para que la atención del escándalo se centre en los dos ex presidentes mencionados y para ello aún cuenta con sus amigos del Poder Judicial y de los medios de la Gran Concentración. Pero el Ex presidente García debería responder también por qué sus amigos empresarios con quienes su gobierno tuvo contratos lo invitan tan generosamente a brindar conferencias internacionales por las cuales cobra montos de hasta 100 mil dólares, como la del 25 se mayo del 2012 para la Federación de Industriales de Sao Paulo de la cual Marcelo Odebrecht era Vicepresidente de una de sus dependencias, como lo reveló también el semanario de Hildebrandt del 10 de febrero.

Pero la pandilla no está completa con nuestros
ex presidentes. El Actual Presidente de la República nos debe explicar por qué omitió las observaciones que la Contraloría General de la República hizo al proceso de licitación de la Interoceánica Sur y especialmente a la propuesta de Odebrecht, durante su gestión como Ministro de Economía y Presidente del Directorio de Pro Inversión.

Las malas prácticas de un Estado corrupto se extienden a toda la clase política y nos llama a una reflexión generalizada. Tenemos preguntas y queremos respuestas. Una ciudadanía bien informada y movilizada quizá sea capaz de encontrar la verdad completa.    

FAITE, O LA INDESTRUCTIBLE CASA DE LAS HISTORIAS DE CRONWEL JARA

Frente al espejo transcurre esta historia, y frente al espejo un hombre pone todo el temple de su carácter mientras se afeita una  y otra vez como si siempre quisiera estar listo para algo que vendrá.

A este universo del barrio retablitos nos invita a ingresar don Cronwel Jara, para revivir nuevamente ese inagotable campo de posibilidades en los que ha convertido cada una de sus historias desde la celebrada Montacerdos hasta sus últimas entregas como son los cuentos Dos cristos, La reina de las cucarachas y Puma.

En Faite, el maestro Cronwel Jara pone toda su sapiencia de creador. Pareciera que el mundo que rodea a Faite existe gracias a él y a su carácter de bacán y de filósofo que vive entre los puercos y demás animales que conviven con él en su palacio, aunque por su fachada sólo sea una choza de junto al río a punto de caerse como todas las demás casas del barrio. En ese riz raz pausado con el que Faite se rasura una y otra vez, como una manera de sostener su mundo que se desvanece, parece sostenerse también el ritmo de la novela.

Cronwel jara es uno de los narradores más celebrados en el país. No por casualidad he tenido la ocasión de conocer, en este largo camino que se abre en la literatura, jóvenes de territorios tan separados como mi amigo Paul Orlando Vera en Huamachuco o Hugo Velasco en Huancayo que me han compartido sus emociones, en gratas conversaciones literarias, hacia la prosa de nuestro escritor piurano.  

Al maestro  Cronwel Jara lo conoci en Piura hace ya unos años cuando apenas cursaba el último año de periodismo en la Universidad Nacional de Piura, y los escritores Houdini Guerrero y Lúber Ipanaqué propiciaron un anhelo que tenia de entrevistar al maestro para la publicación dominical del diario El Tiempo de Piura. Como no podía ser de otra forma, Cronwel, con el tino y la amabilidad de siempre, aceptó la entrevista, siempre y cuando nos sentemos a una mesa piuranisima con ceviche y buena chicha que él mismo financió. De tal manera que entendí que una entrevista tradicional estaba de más en esa mesa, y me dispuse a dejar que la conversación transcurra alrededor de temas literarios, recuerdos de una Piura empecinada en seguir cambiando y tuve la precaución de encender la grabadora de cassette que todavía usábamos en ese entonces, y lo que tuve fue una sabrosa crónica que el diario publicó con mucho agrado.

Así
es Cronwel Jara. Y con toda esa naturalidad crea las historias que como en Faite nos llevan a sumergirnos en un mundo de posibilidades, en el que la realidad y la imaginación se combinan para crear el universo del barrio retablitos, un típico barrio limeño de los extramuros, como diría Verástegui, enclavado en el distrito del Rímac y que padece las consecuencias de haberse erigido a las laderas del río. El mundo se cae alrededor de Faite, una a una las casas se desploman ante su despreocupada mirada y la inquietud de su sobrino que lo acompaña y que su madre dejó a su cuidado -y que además es quien narra la historia-. Aquí Cronwel Jara vuelve a trabajar sobre un tópico que nos remonta a Montacerdos, una especie de fábula social para mostrar en primer plano una realidad que padecen miles de personas que viven en barrios muy parecidos a retablitos. Una realidad que el propio maestro Cronwel Jara conoció desde su niñez. En Faite esta realidad social se eleva a la categoría de mito de la mano de su personaje y de sus amigos animales.

Faite es un personaje fantástico. Los personajes inolvidables logran fijar en el tiempo una novela inolvidable. Y en este caso Faite es el bacán del barrio, con él nadie se mete porque puede doblegar hasta un león, el más fiero del circo o a cualquiera de los matarifes de los otros barrios. Sin embargo, Faite no es solo el tipo bacán que sabe pelear mejor que nadie con su navaja en la mano, Faite es el tipo duro que tiene un código de principios muy propio, en esto entra en el grupo de personajes similares a Pascual Duarte de Camilo José de Cela o al Capitán Alatriste de Perez Reverte.

Así es el personaje que nos ha regalado Cronwel Jara, y Faite no es solo peleador, es también poeta y Filósofo, rescatando una vez más la filosofía para el conocimiento popular, es decir la sabiduría. El autor aquí parece recordarnos que la sabiduría también podemos hallarla observando los elementos de la naturaleza, Faite ha cultivado la lectura y se nutre de la literatura, pero eso no lo hace desatender las lecciones de la vida misma, del día a día, al punto que busca en la sabiduría de sus gallos el aprendizaje que necesita para templar su carácter y observa, constantemente observa. Una escena que pone de manifiesto la sabiduría de Faite es cuando escucha a su sobrino lamentarse y comparar su vida con la de una pepa de palta que halló en el camino y que todo el mundo patea, ante lo cual Faite le increpa: "-mejor recoge esa pepa y siémbrala- ... - siémbrala y verás como te crece un árbol- ... -cuando hallaste esa pepa, hallaste una clave para tu vida. ¿No te has dado cuenta? Ella es tu símbolo. Siémbrala y al hacerlo será como sembrarte a ti mismo. Entonces serás un árbol y darás muchos frutos". Remata Faite.
Pero también es el protector de los débiles del barrio y el guía de su sobrino que ve en él su arquetipo a seguir. Faite es el que todos quisiéramos ser, pero cuya vida quizá nadie resistiría tener.

A este personaje el maestro Crowel Jara le construye un universo propio. Un universo que a estas alturas ya podemos empezar a llamar exclusivo de la mano del autor, no parecido a otros que hayamos leído. Los personajes que componen ese universo nuevamente nos presentan esa combinación mágico-realista; y allí están el cerdo Sir Apolonio, filósofo también, y el Chivillo arrocero que desde los aires es los ojos de Faite, o los gallos Arquímedes, el tuerto y Euclides, el de las espuelas perfectas -descripción casi homérica para ambos-; también la presencia de Raquel, la gitana eternamente enamorada de Faite y que vive en una botella como una genio. Personajes que desarrollan los temas literarios de todos los tiempos. Amor y odio, miedo y esperanza, venganzas y lealtades puestas a prueba, la bondad y el rechazo; los temas son inagotables en Faite, pero finalmente que espera Faite día tras día, con ese riz raz que afeita su rostro casi hasta la locura.

Faite es también una historia de amor, del amor como espera. Faite espera a la Duquesa, la Cajabambina de ojos azules a quien ha consagrado su paciencia y para ella tocará su clavecín imaginario junto a la ventana, y parece que esperarla sostiene a Faite y su casa se sostiene en esa voluntad; y esa también llega a ser una metáfora que enriquece la novela y que Faite nos otorga, como si nos dijera que vasta la voluntad para sostener el universo que te rodea, aunque todo alrededor se desvanece. En esa espera podemos entender ese riz raz que enajena a Faite del resto. Sólo cuando esa esperanza se vea amenazada la casa de Faite entonces llegue a perder la voluntad de su fuerza.

Novela de un aliento intenso de principio a fin. Houdini Guerrero me confesó haber leído, antes de su publicación, hasta cuatro finales distintos de Faite, lo que nos da cuenta de las posibilidades narrativas de Cronwel Jara. Finalmente, y por esas cosas del destino Faite resulta siendo un reflejo mismo del autor, una alegoría de un momento difícil de su vida en el que tiene que recurrir a lo más hondo de su voluntad, a ese riz raz que en su caso no parece provenir de una navaja de afeitar, sino de su vocación de creador de mundos y de historias, porque para el Faite Cronwel Jara, lo bacán se lo da la literatura y la casa de sus historias es indestructible.

lunes, 13 de febrero de 2017

ODEBRECHT y las trampas del capital ¡QUE SE VAYAN TODOS Y TODAS!

Por: Henry Córdova Bran

En el epígrafe de la Introducción del libro Historia de la corrupción en el Perú de Alfonso Quiroz, se lee la letra de una canción de Juan Luis Guerra que dice Y la democracia no puede crecer/ si la corrupción juega ajedrez. Sin embargo, no estamos en el Perú para cantar, lo de Odebrecht y todo alrededor es para indignarse, porque en este juego de ajedrez los que mueven las piezas están siempre detrás del tablero.

Da asco la clase política en el Perú, pero da asco también el empresariado que ahora parece mirar de costado como si con ellos no fuera la cosa, como si los destapes del caso Odebrecht fueran una sorpresa que recién ven cuando la olla de grillos se destapa. 

Y es que en el Perú nos sigue saltando la pus como diría Manuel Gonzáles Prada. Es cierto que en estas semanas pareciera que se han cruzado todos los márgenes, pero basta con echarle una Hojeda a la historia de nuestra república, desde los turbios préstamos externos de inicios de la República, o como cuando en plena época del guano los contratos para su explotación y renegociación se firmaban bajo la mesa, ¿les suena familiar?, y era 1840 y tal como se recoge en el bien documentado libro de Quiroz que citamos al inicio se decía Ciertamente, en ningún país de la cristiandad está la pureza judicial  menos por encima de toda sospecha como en el Perú, y en ninguno puede tenerse menos confianza en la integridad de los magistrados y así hemos transcurrido casi 200 años. ¿No nos hartamos acaso?

Ahora Odebrecht y su imperio se desmoronan, aunque aquí nuestros fiscales se sientan a negociar y todavía se evalúa si se les incluye como investigados, mientras que en otros países a esta misma empresa se le cierra, se le embarga y se encierra a sus directivos para investigarlos, aquí nuevamente armamos el circo mediático y las verdades se dicen a medias.

La política de lo mediático y Las trampas del capital

El que el escándalo estalle ahora no quiere decir que las irregularidades no hayan estado a la vista de las instituciones encargadas de fiscalizar, de ejercer control sobre los procesos de licitación, los contratos, las adendas, los innumerables Decretos de Urgencia que gobierno tras gobierno se dictaban siempre para favorecer a las empresas y los consorcios que multiplicaban millonariamente sus ganancias, además de los 35 arbitrajes que ganó la empresa contra el Estado Peruano, de 41, y que le significaron una ganancia de 273 millones de dólares entre los años 2003 y 2013. Es decir que no solo vinieron, sobornaron a cuanto funcionario pudieron para hacerse de los contratos y las adendas millonarias, sino que además demandaron al Estado Peruano 41 veces y ganaron 35. Una práctica que el gran capital empresarial y, ojo, no solo el brasileño, están acostumbrados. Un estudio de la Contraloría reveló el 2015 que el Estado peruano había pagado más de 1128 millones de soles a diferentes empresas contratistas por causa de arbitrajes perdidos.

Que ahora todos quieran rasgarse las vestiduras no quiere decir que no se haya sabido. Desde la época de Fujimori se impulsó con mayor celeridad esta práctica de promover una legislación que favorezca al gran empresariado, que para eso se hizo tambipen el golpe del 92 y se cambió la constitución el 93. Nuevamente Quiroz en este libro que deberían tener todos en el Perú, afirma en su capítulo sobre la participación del sector privado que los fondos para el soborno de la década del 90- se reunían considerablemente de este sector, el cual brindó, a la maquinaria de Montesinos-Fujimori una fuente importante para corromper y dominar la estructura de poder Al respecto es importante no olvidar como empresas como Luchchetti y Newmont aportaron millones de dólares a la campaña de Fujimori y que ponían en manos de Montesinos.

Sin ir muy lejos, no es extraño que el 2016 empresas de movistar y Claro se hayan visto beneficiadas con un fallo del Tribunal de INDECOPI para dejar de pagar al Estado más de 247 millones de soles por concepto de canon radioeléctrico. 

De tal manera que donde volteemos a mirar las pus seguirá saltando, Don Manuel, pero en los grandes medios parece que nos quieren convencer que la corrupción solo la debemos mirar de un lado, el problema es que a mí cuando la gran prensa y los grandes medios empiezan a  repetir en coro que la verdad es A es porque solo quieren que se sepa esa parte de la verdad y los dueños de los medios impulsan todas las baterías en un solo sentido. Sospecho del coro mediático, porque aquí no sólo se trata de Odebrecht, Toledo, Humala que parecen ser los señalados para desfilar ante la cámara que en el Perú es circo, ya hemos visto esto antes, si la justicia es justicia el mismo rigor debería alcanzar a García, a Keiko, el propio presidente Kuczynzki, que firmó tantos de los decretos que favorecieron a las empresas, y a tanto congresista de quienes se sabe recibieron para sus campañas fuertes sumas de dinero de diferentes fuentes del sector privado.