Por: Henry Córdova Bran
Ha pasado casi un año desde que el fenómeno del Niño
Costero puso en evidencia, una vez más, la fragilidad de nuestras ciudades, la
ausencia de planificación territorial y la escasa respuesta del Estado frente a
ello. Hoy, con un proceso de reconstrucción lento y cuestionado es necesario
pensar también en que padecemos de una ausencia de verdadera ciudadanía con
capacidad y posibilidad de participar en la planificación, seguimiento y
vigilancia de la gobernanza territorial.
La participación
ciudadana es un concepto inherente a la gobernabilidad democrática. Tras la
caída de la dictadura fujimorista, durante la cual precisamente se buscó
debilitar y eliminar a las organizaciones de base, sindicales, ciudadanas; se
buscó impulsar una de las reformas principales del Estado para recuperar la
democracia: la descentralización. La descentralización tenía entre sus enfoques
la concepción de la participación ciudadana y se introdujeron en la Ley de la
descentralización y en las leyes orgánicas de las municipalidades y de los
gobiernos regionales los conceptos de CCL, CCR, Presupuesto participativo,
Comités de Vigilancia, entre otras iniciativas legislativas.
Poco se sabe que muchas
de estas iniciativas que se hicieron ley para la reforma de descentralización
se tomaron de experiencias que ya eran implementadas en municipios rurales
desde antes del 2000 como en los municipios de Limatambo provincia de Anta de
Cusco, o en el municipio de Santo Domingo, Provincia de Morropón de Piura, en
las que el uso de los presupuestos se discutía y decidía con la población y las
rendiciones de cuentas se hacían en cabildos abiertos.
Sin embargo, después de
más de 15 años de impulsarse esta reforma y de una dinámica inicial de estos
mecanismos de participación, estos fueron perdiendo influencia e interés en
diferentes espacios territoriales del Perú. Carlos López, que fue alcalde de
Santo Domingo y llegó a ser presidente y Secretario Ejecutivo de la Red de
Municipalidades Urbanas y Rurales del Perú – REMURPE, indicó que la Ley
Orgánica de Municipalidades necesita revisarse para hacer más operativa la
participación ciudadana y que se flexibilicen los mecanismos de participación
para que no sean homogéneos en todo el país, sino que respondan a las dinámicas
organizativas de cada territorio y que sus procesos sean más vinculantes.
La ciudadanía en medio de la Reconstrucción
Este estancamiento en
los ejercicios de ciudadanía se hizo notorio antes, durante y después del Fenómeno
del niño costero. Si bien el Fenómeno nos encontró desprevenidos y por
sorpresa, también nos encontró desorganizados y desarticulados.
Para el Biólogo Fidel
Torres, miembro de la Plataforma inundaciones nunca más, “lo que está
sucediendo es un escenario en el que la desorganización, la desarticulación del
Estado y de la sociedad no ha podido tener una respuesta al desafío de las
condiciones naturales, es decir, ni el Estado ni la sociedad civil tenían
ningún plan”.
Fidel Torres ve con
preocupación que las organizaciones que existen en los espacios urbanos “nunca
tuvieron una capacidad reactiva asociada” y en ese sentido se diferencias de
las formas organizativas que se ven en la sierra de Piura “Si uno va a la
sierra se encuentra que las comunidades, que las rondas campesinas tienen un
plan general de reacción ciudadana, la comunidad es una unidad organizativa de
control territorial y la ronda es una unidad organizativa de control social, es
un referente en nuestro propio territorio para aprender de ellos”.
Ante la emergencia el
gobierno reaccionó creando la Autoridad para la Reconstrucción con Cambios,
mediante Ley 30556 en abril del año pasado, uno de sus primeros mandatos era
elaborar un Plan para la Reconstrucción. Sin embargo, este Plan presentado en
setiembre tiene los mismos vicios centralistas como la propia naturaleza de
nuestro Estado y desconoció las propuestas que de manera técnica se dieron
desde las regiones, Fidel Torres recuerda así parte de cómo se dio este proceso
“El Gobierno Regional le hace llegar en mayo a De la Flor su propuesta del
Control integrado de la cuenca chira Piura y el GR lo declara proyecto de necesidad
regional, una prioridad, en setiembre sale el Plan de la Reconstrucción y esa
propuesta no tenía presupuesto, qué quiere decir que no les da la gana de
hacerle el menor caso a la región y lo hacen porque saben que es una región que
no va a tener capacidad de reacción porque la desarticulación impide que una
ciudadanía salga a defender esa propuesta”.
Pese a que la Ley, establece
claramente que la Autoridad de la Reconstrucción debe “desarrollar canales de
comunicación y coordinación con los Gobiernos Regionales y Locales y la
población” esto se ha hecho solo por cumplir “Sí han venido una y otra vez y se
han reunido con el GR con la mesa técnica, una cosa es cumplir una letra y otra
cosa es poner en marcha el espíritu de la ley cumplen con la letra y dicen me
he reunido con el GR, colegios profesionales, pero el problema es que tomaron
el nombre de la ciudadanía y de organizaciones expertas, entonces los
interlocutores de Lima vienen y piensan que la opinión experta regional no
tiene respaldo de la ciudadanía y no la van a defender y por eso no les hacen
caso. La ciudadanía reacciona porque siente que está afectada porque siente que
no se les hace caso y qué hace, reacciona, se manifiesta” menciona Fidel
Torres.
Así el problema es la
necesidad de una verdadera ciudadanía y que las organizaciones que existen se
fortalezcan, se articulen y decidan su destino fortaleciendo la gobernanza
junto a sus autoridades, así parece proponerse desde esta plataforma “Cuando
nosotros nacimos como plataforma de inundación nunca más dijimos que es una
plataforma para educarse para gobernar porque el tema no es solamente
responsabilidad del gobernante, la ciudadanía debe aprender a como gobernar
porque si no la ciudadanía es puro reclamo”.
Hace unos días la
Contraloría General de la República emitió una norma para la participación
ciudadana en reconstrucción, mediante la cual se regula la participación
voluntaria de los monitores ciudadanos de control en las obras de la
Reconstrucción con cambios. Según se indica en la norma los monitores
ciudadanos de control ejercerán control social y participarán de forma cívica a
favor de la comunidad, para lo cual serán capacitados y debidamente acreditados
por la Contraloría. Al respecto, el representante de la Plataforma inundación
nunca más mencionó que se viene preparando un foro en Chulucanas “El primer
paso se va a dar en Chulucanas, para mediados de marzo se realizará un foro de
organización de las demandas para la reconstrucción desde Chulucanas no lo que
está dando Lima. Se está haciendo con algunas organizaciones y la plataforma
inundación nunca más para organizar sus demandas, y para vigilar el cumplimiento
de sus demandas van a poner los monitores, se van a usar todos los mecanismos
legales que se están implementando, pero, además, al trabajar con ellos, se
propondrá nuevos mecanismos acordes con su realidad”.
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