(entrevista realizada en julio del 2010 y que se mantuvo inédita hasta hoy)
Con Lúber tenemos una amistad que se forjó en la Universidad y en la Plazuela Merino (en ese entonces yo era estudiante de periodismo y él de Derecho) entre libros de Mariátegui, manifestaciones, poesía y canciones de Charly García. Tiene 25 años y luego de publicar Hostia Sideral (2006), Los Apóstoles de la Muerte (2007) y Paraíso en Llamas (2008) está hoy seguramente creando nueva literatura; pero ahora más cauto, más responsable o más maduro como quisieran decir algunos.
Yo más bien creo que es un poeta de aquellos que nacieron para decir su palabra con sus versos y con su vida. Borges decía, al igual que Stevenson, que el escritor debe tener la cualidad de la ética: “uno debe ser leal con lo que se ha propuesto” y Lúber reúne esa cualidad. Nació para ser poeta y se mantiene fiel a esa ética. Ahora lo veo entrar al café de “la Rosita” un tanto cambiado en su apariencia –los dos hemos cambiado con los años- y hoy usa una camisa blanca manga larga, un chaleco y una boina que le da ese aire de poeta de los años 20. Pero sigue siendo el mismo de la palabra precisa, la frase certera y el pensamiento claro para interpretar la realidad y el mismo que siempre está un paso adelante con las lecturas y los juicios acertados sobre el desarrollo del arte y de la literatura en particular. Es así que iniciamos una conversación para despercudirnos del tedio y del pensamiento único que parece dominar la ciudad y los medios de comunicación.
LOS PRIMEROS AÑOS
Recuerdo que cuando te conocí leías El Aleph de Borges y El retrato de Dorian Gray de Wilde tenías 20 años y eran tus lecturas básicas; te gustaba leer el inicio de Dorián Gray y aquello de “no hay libros morales o inmorales los libros sólo están bien o mal escritos”…
Wilde tenía esos detalles de un tipo capaz de adorar los colores fuxias, rosados, de tener un girasol en la oreja…
Hay cosas de Wilde que absorbiste
Claro la intolerancia y la manipulación jajaja, irse contra las normas morales; pero a veces es casi imposible imaginarse a Wilde que escribe Dorian Gray y luego un Oscar Wilde hablando de El Ruiseñor y la Rosa o La Importancia de Llamarse Ernesto o el Fantasma de Canterville; siempre esos dos polos. Un dandi y luego desterrado en una prisión, que se burla de Dios para terminar en un monasterio, cambiándose de nombre por Sebastián Melmot, como tenía que terminar. Era su naturaleza.
Retrocedamos un poco. Siempre he tratado de imaginarme como llegaste al libro allá en la selva durante los años de la guerra (Lúber vivía en Aucayacu durante los años 80 e inicios del 90) ¿la literatura te ayudó a crear un mundo aparte?
Pero la creación llega después, porque si quieres escapar de la realidad chocante, violenta para eso sirve la novela, pero para la edad de niño es el cuento; en mi caso fue la poesía y en primer lugar Carlos Oquendo de Amat, una poesía tierna, era lo maternal, era mi madre formándome, era el libro como poesía. Pero ya el libro como refugio viene a ser acá en Piura para huir de la soledad (Lúber llegó a vivir a Piura lejos de sus padres y sus hermanos). Al final no era tanto huir porque el libro te hace meter más en la soledad, te hacer huir del mundo y dejas de ser terrenal y te vas a otro mundo donde hay más soledad todavía.
PLAZUELA MERINO Y LAS PRIMERAS PUBLICACIONES
¿Cómo sientes la literatura?
El tema en la literatura es cómo dices las cosas, qué altura estética le damos. En todo caso se busca huir de las formas antiguas y pesadas de escribir, lo que se busca es hacer arte, un escritor puede escribir de cualquier tema pero debe hacer arte, por eso ahora creo que quizás el costumbrismo ha sido muy atacado.
¿Porque se volvió reiterativo quizás?
Pero el arte siempre ha sido reiterativo los temas van a ser siempre los mismos, mira: el amor es uno, la muerte es otro y la soledad; 3 grandes temas para la literatura y se repiten de mil maneras el tema es cómo lo dice el escritor.
¿Cómo evalúas ahora la aparición de los grupos literarios y las publicaciones?
Las primeras publicaciones del 2005, 2006 y 2007 eran una necesidad de cubrir un vacío, una necesidad de una generación que quería hacer algo, aunque no lo consiga, porque ninguna generación hace nada; somos conscientes de que nuestra generación no puede cambiar el mundo pero al menos no queremos dejar que se deshaga, era eso lo que buscábamos. Y hay 3 grupos: Pensamiento Profano, Magenta y Plazuela Merino. Pero al final de cuentas no fuimos lo que debimos ser. En parte por culpa nuestra. Si se tendría que calificar a todo este proceso de la literatura, sería una literatura existencialista, confundida entre decidirse por cambiar el mundo, hablando ya de un realismo sin caer en lo panfletario -porque había ese riesgo-, o una literatura estética; o dejar ambas y actuar en el campo social directamente, en lo político y creo que hasta ahora subsiste ese dilema que aun no se ha salvado y no solo sucede con nosotros sino en Chiclayo, Trujillo, Cajamarca, etc, aun no se ha definido esa cuestión. Algunos se han atrevido por una literatura social.
Es más uno de los puntos más altos de la confrontación con Magenta fue el posicionamiento en un evento entre posiciones de izquierda o de derecha o de mantenerse neutrales y nosotros nos declaramos abiertamente de izquierda. Claro.
Pero el tema es que siempre, aun antes de ese día, nunca hemos dejado de lado la política soy un apasionado de la política como muchos de nosotros. Pero el tema era si una política de partido o no, o una política de acción; pero al final no nos decidimos ha sido intermitente y aun no hemos definido nada.
Es que hay un trauma social allí rondando que no hemos querido reconocer del todo
Somos producto de un país traumado, suena catastrófico pero así es. Y tenemos que saber superar eso. Pero ¿dónde se origina esto? En los 90 fue una literatura “alpinchista” del que “nos llega todo altamente” pero se está superando porque ahora estamos dudando. Y sí querían hacer algo pero “para que me voy a meter” el bendito cerco, ahora el toque irreverente era “si no puedo hacer algo por acá lo hago de otra manera” en estos momentos hay esa búsqueda, en ese entonces no había ni siquiera esa búsqueda. Con Cloaca se cierra todo. Ahora si en su momento existe un poeta que se decidiera por algo o un intelectual “x” o un artista “x” creo que sería la mecha que iniciaría todo, pero aún no hay esa ruptura, ni entre los intelectuales viejos; hay un Miguel Gutiérrez ahorita o Gonzales Viaña en silencio pero hay esa necesidad de que ocurra un accidente y resurja todo.
A mí siempre me pareció un momento similar al final del siglo XIX e inicios del XX
Si justamente hace un momento recordaba y pensaba en eso
En ese momento la ruptura fue González Prada
Claro y justamente pecamos de esperar eso ¿no? De esperar que surja un maestro que no lo hay esperamos que se pronuncie un Gonzales Viaña o un Miguel Gutiérrez, pero sólo esperamos ¿quién lo llama? en quien sentir ese calor paterno-intelectual que te llame a la acción como en 1910 para adelante; ahora estamos en el 2010, 100 años después estamos hablando del grupo norte pero quien lo llama.
Y también hablamos de un contexto en esa época la Rusia revolucionaria
Y hoy estamos hablando de Venezuela y una nueva internacional creo que la situación se está dando pero el tema es que va a llegar su memento supongo o será que estamos divagando jejeje (rie con cierta nostalgia)
-Ahora nos hemos quedado unos minutos en silencio pensando en lo que hemos dicho. Lúber rompe el silencio preguntándome con qué escritor siento verdadera nostalgia y a pesar de saber su reacción le digo que Vallejo…
Vallejo tiene cosas imperdonables sobre todo el hecho de ser Vallejo porque nos cagó a toditos, como mierda superas a Vallejo, dime si no te va a dar envidia jajaja (dice y sonríe con ironía) Pero nunca me ha convencido, lo he intentado pero prefiero a Juan Ojeda, Lucho Hernández y obviamente Javier Heraud.
La sociedad condena a muchos escritores buenos; quien conoce a Juan Ojeda, a Juan Cristóbal; en Piura mismo, quien conoce a Miguel Gutiérrez. De eso hay que culpar primero a nuestra formación misma, luego Mariátegui ya lo dijo ¿no? en El Artista y la Época. La prensa prefiere a Vargas Llosa que a un Miguel Gutiérrez, como prefieren al artista por lo que vende o para quien escribe aunque su obra sea mediocre y él sea un mediocre y como alguien que no escribe a favor de ellos lo sepultan; tienes a un Vargas Llosa de derecha y a un Gutiérrez de izquierda, un Gutiérrez que se metió en artículos duros en “Qué Hacer” al que si le dan prensa va a ser el referente. A un Gutiérrez que si llama a toda la juventud, a todos los intelectuales se van a sumar ¿quién conoce a González Viaña? que habla de los inmigrantes en los EEUU y contra la posible ley de Arizona que atropella su dignidad, pero prefieren hablar de Bryce.
Precisamente en la feria del libro de Trujillo donde la figura principal era Bryce, González Viaña, que era un invitado “menor”, lo opacó porque le habló a la juventud de los movimientos estudiantiles y de su época en la universidad.
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