Este blog es un esfuerzo por contribuir en la difusión de información, artículos de opinión y demás géneros periodísticos que muchas veces no se muestran en los medios de comunicación oficiales. El nombre La Acción Escrita es tomado de un libro de Genaro Carnero checa acerca del periodsimo de José Carlos Mariátegui.

viernes, 23 de enero de 2015

Hugo Blanco: “SI ARGUEDAS VIVIERA AHORA NO SE SUICIDARÍA”

Por: Henry Córdova Bran

El 18 de enero último se cumplieron 104 años del nacimiento de José María Arguedas. En razón de este aniversario reproducimos a continuación parte de una entrevista que le hiciéramos a Hugo Blanco con motivo de la COP 20 en diciembre pasado. Antes de finalizar esa entrevista con el mítico guerrillero de los años 60 hablamos sobre la peculiar relación epistolar que desarrolló con el Amauta Arguedas  cuando estaba preso en El Frontón.

Desde hace un tiempo pareciera que hay una revalorización de la imagen de Arguedas en la cultura nacional y en el pensamiento nacional

Bueno yo creo que una de las razones por las que se suicidó Arguedas, es lo que yo creo, es que él en Chimbote vio como los Quechuas se desquechuizaban y por eso no termina su novela “El Zorro de Arriba y el Zorro de Abajo” porque el vio que se iba a  extinguir la cultura Quechua, creo que si el viviera ahora no se suicidaría porque hay un renacimiento del Quechua, cada vez hay menos gente que se siente mal por apellidarse Quispe o Huamán, ¿por qué? porque hay un renacimiento del orgullo indígena en el mundo. Yo me sentí feliz cuando vi en París que la revista de Los Verdes se llamaba Pachamama, eso es un poco de injusticia porque no solo los quechuas defienden la naturaleza sino todos los indígenas del mundo. El indígena considera que la naturaleza es su madre, de cualquier parte del mundo Perú, México, Australia, del Norte de Europa. Creo que no es una cuestión étnica, yo no pertenezco a la misma rama étnica que los africanos pero tenemos el mismo pensamiento. Arguedas veía así el mundo pero sentía que ese mundo indígena estaba decayendo, ahora porqué digo que no se suicidaría, porque, esa defensa de la naturaleza que hacen los indígenas del mundo es respetada por los llamados eco socialistas.

¿Esa defensa es la que lo emocionó cuando ustedes se levantaron en la Convención?

Claro, por ejemplo, el movimiento “Idle no more” en Canadá es el que encabeza la defensa de la naturaleza y en todas partes del mundo vemos que los indígenas se levantan. Por ejemplo el Bulling que es el producto de la educación civilizada que recibimos ahora, el “piensa en ti y en nadie más”, un individualismo tremendo que es el súper egoísmo. Pero, por ejemplo, en Sudáfrica un antropólogo puso frutas y dulces al pie de un árbol y les dijo a unos niños “corran el que llega primero se gana todo” pero los niños se cogieron de las manos y corrieron juntos, allí no hay bulling pues. Cuando el antropólogo dijo “pero porque no compitieron uno pudo llevarse todo” los niños le respondieron “porque si uno de nosotros se queda sin comer todos lloramos”.
Eso mismo lo tenemos nosotros, los más salvajes. A mí no me molesta que me digan salvaje porque salvaje significa no domesticado. La épica indígena es lo que nos lleva a defender la naturaleza, a los indígenas de todo el mundo, por eso digo que ahora no se suicidaría.

¿Cómo fue su relación con Arguedas cuando usted estaba en la cárcel?

Bueno personalmente no lo conocí, como estábamos en el frontón y muchos compañeros no teníamos familiares, las visitas eran colectivas; entonces Sybila de Arguedas visitaba a un compañero del centro que estaba preso en Lima y como eran colectivas las visitas, Sybila me conoció y le informó a José María,;entonces él me mandó su novela “Todas las Sangres” con una corta dedicatoria en castellano y tuvo la gentileza de corregir los errores de imprenta. Y Sybila me dijo, “te ha dedicado esto pero quería dedicarte en Quechua pero se chupó”, entonces le escribí una carta en Quechua “como nos vamos a avergonzar de hablar nuestra lengua” y le dije mucho, que yo lo respetaba mucho, y él recibió la carta y Vidales que estuvo con él ese día, contó que toda la noche estuvo caminando y no dormía y dijo “ese si es un verdadero indio” entonces me escribió una respuesta en Quechua también y le pidió a Sybila que me pidiera permiso para publicar mi carta y bueno yo dije lo que sentía en mi corazón eso es lo que he escrito pero si quiere publicarla no tengo nada en contra; entonces la tradujo y la publicó, ¡ah! y me pidió permiso para visitarme, pero yo le dije que no, que no era un ambiente como para  encontrarnos, bueno y después me arrepentí porque por visitarme tal vez no se hubiera suicidado.

Bueno le escribí una segunda carta y le escribí un cuento en el que relato la verdad de un dirigente indígena, “El Maestro” se titula ese cuento de un dirigente indígena que conocí de joven y le cuento de él y dijo él (Arguedas) “bueno esta carta la voy a  leer el lunes”  y se mató el viernes ¿no?


Bueno luego Sybila vino para que le tradujera el cuento. Esa fue la relación que yo tuve con Arguedas.


Es lo último que dice Hugo Blanco mientras mira con esa mirada tan larga con la que se mira al pasado, y al mirarlo quiero creerle que lo que dice es cierto, que si Arguedas viviera ahora no se suicidaría. Entonces, nos tocará reivindicar esa esperanza. 

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